Oviedo, P. R.
«No hay verdadero crecimiento económico si no se apuesta por el desarrollo sostenible. Hace que la sociedad sea más justa, más igualitaria y más solidaria». Silverio Agea, director general de la Asociación Española de Fundaciones, defendía así el acuerdo firmado ayer en el Auditorio de Oviedo por una veintena de fundaciones asturianas -en total lo suscriben treinta y cuatro-, por el que se comprometen a desarrollar en sus prácticas un modelo de desarrollo sostenible. El objetivo, se dice, es «hacer compatible el crecimiento económico con el aumento del bienestar social y la mejora del medio ambiente».
El convenio ha sido elaborado por el Consejo Autonómico de Fundaciones del Principado de la Asociación Española de Fundaciones (AEF) y se apoya en la estrategia de desarrollo sostenible de la Unión Europea. Las áreas prioritarias de desarrollo, según señala la UE, son: cambio climático y energías limpias; transporte sostenible; producción y consumo sostenibles; retos de la salud pública; gestión de recursos naturales; inclusión social, demografía y migración, y lucha contra la pobreza mundial.
«La crisis no es una oportunidad, como dicen algunos, pero tiene elementos que podemos aprovechar, como intentar sentar las bases para avanzar», subrayó Silverio Agea.
Entre las fundaciones firmantes, destacan la Príncipe de Asturias, cuya directora, Teresa Sanjurjo, precedió en el cargo a Agea. También suscriben Alimerka, Asturiana de la Energía, Cespa-Proyecto Hombre, CTIC, HC Energía, Inclínica para la Investigación Clínica-Neumológica y Carcinogénica, Metal-Asturias y Universidad de Oviedo, entre otras. Víctor Viñuales, director de la Fundación Ecología y Desarrollo y miembro de la junta directiva de la Asociación de Fundaciones, animó a las instituciones a no retrasarse en la puesta en práctica de este código de conducta y las animó a «sembrar esperanza» en un contexto de crisis como el actual.
Según un estudio de 2006, las más de 150 fundaciones que entonces existían en Asturias generaban tres mil empleos.
