Oviedo, M. S. MARQUÉS

El pleno del Consejo de Patrimonio Cultural autorizó ayer el inicio de la tramitación para declarar como bien de interés cultural (BIC) la biblioteca asturiana del Padre Patac y la villa de Colombres, en Ribadedeva. La biblioteca del Padre Patac es una de las principales colecciones bibliográficas de temática asturiana de acceso público existentes en Asturias, fruto de toda una vida de dedicación del padre José María Patac de las Traviesas. Surgida en 1964 en el Colegio de la Inmaculada de Gijón, llegó a convertirse en un auténtico tesoro cultural, integrado por más de 25.000 registros.

El acuerdo del pleno afecta también a la villa de Colombres, cuyo conjunto histórico ha sido valorado positivamente para su declaración como BIC. Colombres es una de las localidades asturianas donde mayor impronta ha dejado el fenómeno de los indianos. La villa destaca por un extraordinario conjunto de residencias a las que se unen equipamientos públicos promovidos directamente por los emigrados a América. Ese conjunto está integrado por la plaza central de la localidad, el Ayuntamiento, el Hospital Asilo Ulpiano Cuervo y la propia red de abastecimiento de aguas, puesta en funcionamiento en 1892. Entre los edificios más representativos de la denominada arquitectura indiana figura la Quinta Guadalupe, hoy sede del Archivo de Indianos.

Además de estas declaraciones, cuyos trámites se inician ahora, se dio el visto bueno definitivo a la declaración como BIC del castillete de las minas de Arnao, en Castrillón, que se convierte así en el segundo elemento del patrimonio industrial minero asturiano que alcanza la máxima protección patrimonial, tras el pozo Santa Bárbara de Mieres.

Otro de los acuerdos ha sido la delimitación del entorno de protección de doce cuevas y abrigos con arte rupestre paleolítico, todas BIC. Entre ellas se encuentran la cueva del Buxu (Cangas de Onís), los abrigos de Fresnedo (Teverga), la cueva del Bosque (Cabrales) y la cueva de Los Canes (Cabrales).

También se eligieron 55 elementos de patrimonio industrial de 21 pozos mineros para su inclusión en el Inventario de Patrimonio Cultural. Durante el pleno la consejera de Cultura informó de que las obras en San Miguel de Lillo arrancarán en enero, con una duración de cinco meses, lo que retrasa la restauración de las pinturas hasta que estén convenientemente secas.