Oviedo, M. S. MARQUÉS

La campaña de excavaciones que se inicia mañana en la cueva de El Sidrón (Piloña) podría ser la definitiva para la localización del yacimiento donde vivió el grupo de neandertales que poco a poco se van exhumando del interior de la galería del osario. Esa es una de las motivaciones que mueve al grupo encabezado por el profesor Marco de la Rasilla que este año refuerza las estrategias con sondeos en el interior y exterior de la cueva para localizar el lugar de habitación de los neandertales que vivieron en la falda del Sueve.

Del yacimiento se han extraído hasta el momento más de dos mil fósiles pertenecientes a diez individuos de distintas edades que vivieron hace 49.000 años en la zona. Se supone que el grupo tenía su lugar de habitación en una zona próxima a la galería en la que se hallaron sus restos, donde los investigadores creen que llegaron arrastrados por el agua tras una intensa lluvia. Localizar ahora el lugar donde desarrollaban su vida diaria es fundamental para cerrar algunos interrogantes sobre su naturaleza, costumbres y modos de vida.

Además del citado objetivo, el equipo de Marco de la Rasilla dará continuidad a otras líneas de investigación abiertas hace algún tiempo. Una de ellas es la relacionada con las herramientas de filo utilizadas para descarnar huesos, que podrían demostrar de manera definitiva la práctica de canibalismo entre la especie neandertal. Con ese objetivo realizarán análisis de huellas de uso de los instrumentos líticos para obtener información de los filos con el fin de conocer qué actividad se realizó con dichas herramientas.

El BOPA publicó en fechas recientes el convenio de colaboración firmado entre la Administración del Principado y la Universidad de Oviedo para continuar los trabajos de investigación durante los próximos cuatro años -incluyendo el presente-, en las áreas de arqueología, geología, antropología y genética para lo que se destinan 360.000 euros. La presente campaña contará con 55.000 euros que estarán dedicados a financiar las diferentes líneas de estudio.

En el interior de la cueva, los investigadores tienen previsto continuar con el registro de las pinturas y grabados existentes en una de las galerías. Estas muestras de arte rupestre, no demasiado significativas, son conocidas desde hace años pero carecen de un estudio en profundidad.

La investigación y excavación en la cueva incluye registros geológicos y geofísicos de la zona, además, una parte de la partida económica se destinará a la paleogenética, que incluye distintas áreas de investigación, entre ellas el estudio comparativo de las poblaciones neandertales del norte y sur de Europa y las de Oriente Próximo, la paleobiología y hábitos de vida de los neandertales de El Sidrón, la biología evolutiva del desarrollo y todo lo relacionado con la dieta y la alimentación. Además se abundará en la caracterización de la diversidad genética del grupo familiar, concretando más las relaciones de parentesco entre los individuos que lo componen.

Por último, uno de los objetivos marcados dentro del convenio es la preparación de material museográfico para el equipamiento que está previsto levantar en Piloña dedicado a la especie neandertal. Con tal fin, se había pensado en la selección de restos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos que será necesario restaurar para la muestra. Además, dentro de la oferta expositiva del centro se incluye la configuración de la secuencia del ADN que se ha revelado como una de las aportaciones más valiosas del genoma neandertal y que va a constituir el elemento de mayor relevancia de la exposición permanente de la Casa de los neandertales. Esa era al menos la idea del anterior equipo de Gobierno, que tenía entre sus planes futuros levantar el centro de interpretación en la finca de Cajastur en Villamayor.