Gijón, Aurelio ARGEL

La música tradicional griega más reconocida, el rembétiko, llega este viernes (19.30 horas) al Antiguo Instituto Jovellanos a través de la gran pantalla. En el salón de actos del centro se proyectará la película «Rembétiko» que en 1983 dirigió Costas Ferris sobre la azarosa vida de la cantante Marika Ninou. Esta actividad está organizada por la Asociación de Profesores de Latín y Griego. Marika Ninou (1918-1957) había nacido en Esmirna, y la película narra en paralelo la conflictiva vida política de Grecia en el siglo XX, sus guerras contras los turcos y el desplazamiento de la población más desfavorecida. Marika Ninou (nacida Evangelia Atamian) padeció esos conflictos desde niña, conservando durante toda su vida la tradición del rembétiko, equiparable al blues, al fado, al tango o a ciertos cantares de gitanos, «travellers» y «ramblers» por su origen arrabalero y marginal, y que era el canto, la música y la cultura griego-armenia, de Asia Menor o de las mismas Esmirna y Constantinopla. La voz de Marika Ninou está considerada aún a fecha de hoy como la más intensa y emocional, ya destacable desde su niñez con sus estudios de mandolina o como intérprete de coro en su iglesia. Grabó 119 canciones y 55 piezas instrumentales y llegó a ser muy reconocida en la comunidad griega y armenia de los Estados Unidos, cantando allí en espectáculos, para regresar a morir a Atenas, enferma de cáncer, a la edad de 39 años.

El canto rembétiko trata temas como el amor, el presidio, el alcohol, los fumaderos de hachís y de opio en los puertos del Pireo o Atenas, el vagabundeo nocturno y la delincuencia (el lumpen griego). La dictadura nacionalista de Ioannis Metaxas prohibió esta temática, aunque se siguió grabando un «rembétiko más ligero» que fue perdiendo su verdadera esencia con el paso de los años. Nombres como las grandes Sarah -Roza- Eskenazi, Rena Stamou, Sotiría Béllou, Mitáki, Rita Abatzí, Stella Haskil, Markos Vamavakáris, Vasilis Tsitsánis, Mikis Theodorákis o Chatzidákis lo cultivaron y revitalizaron y ya desde finales del siglo XX nombres como Elefthería Arvanitaki, Haris Alexiou o Alkistis Protopsalti tratan de mantener su esencia. El rembétiko, en películas como esta de Costas Ferris, también ha pasado por el formato literario y del cómic, y han sido fielmente reflejadas en obras como «Rebétiko: La mala hierba», del francés David Prudhomme, premiada en el certamen de Angoulême en 2010.