Perry Mason. El abogado que siempre defiende a un claro culpable al que rápido hace claro inocente. El personaje se hizo muy célebre, cómo no, a través de la televisión (aunque en este caso habría que decir que se hizo más célebre de lo que ya era). El Perry Mason auténtico de la serie es Raymond Burr. Ahora, Fox Crime, revisa muchos de los capítulos clásicos y otros de otros años, con otro protagonista. Hay una emisión a las 2.30 horas de la madrugada. El formato es siempre el mismo. Mason defiende al asesino (que no lo es), casi siempre amigo suyo o de la familia y consigue demostrar su inocencia para «puteo» del inspector de Policía, que siempre parte con ventaja, con pruebas clarísimas, pero que, finalmente, no valen para nada porque Mason se las tumba con la ayuda de su abogado-detective, el que se encarga de buscar otras pruebas, y su fiel secretaria, Della. Mason gana siempre y el inspector pierde siempre. Y no digamos los fiscales, que no se comen un colín y, encima, tienen que admirar a su contrincante. Los buenos, al poder.