Bolitas de plátano rellenas de cangrejo, guiso de conejo con morcilla, dulce de leche o adobo para levitar como Remedios la Bella son algunas de las recetas que acercan Macondo al paladar de quienes visitaban ayer la Feria Internacional del Libro de Bogotá, donde las letras y los ingredientes se dan la mano. "Macondo se habría quedado incompleto sin la cocina" es la frase con la que recibía a los curiosos visitantes uno de los organizadores de "La cocina de Macondo", una peculiar iniciativa que se llevará a cabo hasta mañana en el pabellón dedicado a la aldea imaginaria del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, que es el territorio invitado de honor de la feria. La acción transcurre en "La Gallera", un espacio circular donde entre murmullos de expectación ocupan sus asientos más de 150 personas que estuvieron una hora haciendo cola para comer como los personajes de "Cien años de soledad".