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La Vida Buena

La nueva coctelería de la tía Cachi

Quique Ron creció alrededor de un mundo de caipiriñas y compuestas en Cangas del Narcea y con el paso del tiempo se ha convertido en un especialista del combinado que no deja de experimentar

La nueva coctelería de la tía Cachi

Los sabores dulces, pero también sus contrarios: los ácidos, los toques especiados y aromáticos, junto con el objetivo final de ser refrescante, son las características principales de las propuestas veraniegas que destaca el bar restaurante Blanco, de Cangas del Narcea, dentro de su extensa carta de cócteles.

El maestro de la coctelera de esta conocida casa de comidas familiar, Quique Ron, consigue aunar en sus creaciones tradición e innovación a partes iguales. Él es el encargado de hacer las recomendaciones a los clientes que deciden adentrarse en un mundo de intensos sabores y color, pensando en cómo cada uno de los ingredientes que componen sus elaboraciones encaja con los diferentes momentos del día y no solo con la tarde noche, horario con el que parece estar asociado este tipo de bebidas.

Por ello, su primera sugerencia es el gin fizz gastronómico, cuyo consumo es típico como aperitivo ya que "estimula el apetito", subraya Ron. Este cóctel tiene su origen en el año 1900 en Nueva Orleans y Quique Ron se encarga de traerlo al presente añadiéndole su toque personal que lo convierte en algo totalmente novedoso. En su sabor predomina el dulce de la soda de vainilla con los matices ácidos que le aporta el zumo de lima y limón, ingredientes que están acompañados de vegetales como el cilantro, el cebollino, el lemon grass, la menta y la albahaca, además de una clara de huevo y ginebra.

También hay opciones para después de comer. Si lo que se busca es algo digestivo, el dark' n' stormy es la elección adecuada. El cóctel originario de las islas Bermudas a finales del siglo XIX y principios del XX está indicado para la sobremesa y en él "se pueden encontrar cuatro matices diferentes: un toque ácido, fresco, especiado y un punto picante debido al jengibre", explica Quique Ron. La composición realizada a la manera de Ron, parte de un ron especiado al que se le añade un infusión de clavo, canela y vainilla, realizada por él mismo. Además se debe incluir un zumo de lima y limón y finalizar con topping de ginger beer.

Más versátil es una de las últimas creaciones del bar Blanco, su mojito de tomate de Corias. Esta bebida refrescante surge de la fama adquirida por esta hortaliza en la comrca, que tiene su máxima representación a finales de agosto y principios de septiembre, cuando el propio bar Blanco organiza su fiesta del tomate con el objetivo de ensalzar la huerta canguesa. "El tomate de aquí tiene la característica de que huele a piesco y nos planteamos probarlo dentro de un cóctel descubriendo que está muy bueno", comenta Quique Ron que además señala que es una forma de rendir homenaje a este producto y promocionar la huerta local. En este caso, el tomate fresco es el ingrediente principal de una elaboración que también lleva ron blanco, azúcar y menta y que está pensado para consumir en verano a cualquier hora.

Quique Ron comenzó a introducirse en el mundo de la coctelería con su tía Cachi. "Cuando yo tenía 14 años, mi tía empezó a trabajar los fines de semana en el bar y se encargaba de elaborar la mezcla de la compuesta del habanero, ella fue la que me transmitió sus conocimientos y actualmente sigo elaborando las compuestas", recuerda Ron. Tanto las compuestas como las caipiriñas del Blanco han sido siempre muy reconocidas, algo que animó a Quique Ron a comenzar a adentrarse en el mundo de la coctelería, y que decidió después de su paso por la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid para prepararse como sumiller entre 2009 y 2010.

Ron reconoce que su principal profesor fue Nacho Cuevas, "quien me explicó todo sobre la coctelería desinteresadamente, métodos de elaboración y sistemas de trabajo". Tanto con él como con German Izquierdo, que lleva una coctelería en Cangas de Onís, Ron colabora y comparte los secretos de sus elaboraciones. Tanto es así que han instaurado una conexión entre Cangas del Narcea y Cangas de Onís a partir de sus creaciones. "Puedes estar en el Blanco en Cangas del Narcea tomándote un gin tonic de fresa amarga o un vermut de la casa y si vas a Cangas de Onís, en 40 grados coctelería bistro, también te lo puedes tomar", comenta Ron.

Para completar su formación, Quique Ron ha pasado por los locales de Patxi Troitiño y Chema Oubichi, ambas en San Sebastián, aunque asegura que el aprendizaje en este campo nunca finaliza y siempre hay que estar en continua actualización. La barra de Blanco puede dar fe.

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