"Paulino Vicente fue un pintor muy conocido en Oviedo, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, ha sido estudiado pero todavía está por descubrir en muchos aspectos", afirma María Soto. La doctora en Historia del Arte, coordinadora de programas educativos del Museo de Bellas Artes de Asturias pronunció ayer una conferencia en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) que tituló "El pintor Paulino Vicente (1899-1990): una aproximación a su vida y obra en el XXV aniversario de su muerte", coincidiendo con la exposición que se celebra en el museo. Javier Barón, conservador jefe de Pintura del siglo XIX del Museo de Prado y director de la tesis que Soto realizó sobre Sebastián Miranda, fue el encargado de presentarla.

En su charla, Soto hizo un discurso cronológico de la obra de Paulino Vicente, centrado sobre todo en los primeros años del trabajo artístico del pintor (1918-1940), con estancias en Madrid e Italia que caracterizan algunos aspectos de su obra. El periodo tal vez menos conocido por el gran público, pero el más alabado por historiadores y crítica por su carácter renovador. Después hizo un repaso rápido de la etapa 1940-1973, la de la docencia, los encargos de la Diputación, los murales y del retratista de la burguesía, finalizando con el apunte que el pintor hizo a Henry Moore.

María Soto eligió la "cabeza de Manolo", que se exhibe actualmente en el Museo, para hablar de ese deslumbramiento que produjo la obra de Paulino Vicente a personalidades como Evaristo Valle o el mismo rey Alfonso XIII en los albores del siglo XX. Aunque siempre se le ha asociado con la generación del 27, por su vinculación a la Residencia de Estudiantes y su amistad con Gerardo Diego, Soto encuentra en su obra relación con lo popular y el regionalismo de 1898 y de 1914, sobre todo en los tipos populares o en sus pinturas sobre trabajadores. También subrayó la importancia de los retratos de la década de los 20, como el de su primera esposa, Pilar Serrano o el de Margarita Herrero. "Era buen pintor pero quizá era mejor dibujante", señala.

En la indagación ha descubierto lagunas. Como su condición de brillante ilustrador de prensa, su faceta como cartelista o las relaciones de amistad con destacadas personalidades de la época.