Carcajada sobre carcajada, con un libreto de Arniches desternillante, buenos cantantes, escena eficaz -versión de Paco Mir y dirección de escena de la reposición para Jesús Salgado- una música recuperada y recompuesta por el maestro ovetense Nacho de Paz y un resultado cantado: gran éxito ayer noche en el teatro Campoamor de Oviedo de la zarzuela "El terrible Pérez", de Torregrosa y Valverde hijo, segundo título del XXIII Festival de Teatro Lírico Español. Las ovaciones se prolongaron durante dos minutos y medio y otro minuto más después de una propina en la que todos cantaron "echa sidra en esi vasu" de "Xuanón" del maestro Moreno Torroba.

Las andanzas de Pérez, un impenitente conquistador, recorren la obra. El cuplé, "El refajo amarillo", dio la medida de la velada, ya en sus inicios. Muy bien todo el tiempo el tenor Eduardo Santamaría, en el papel de Pérez, cantando y actuando con perfección y qué decir de la deslumbrante Pilar Jurado, soprano, que encarnó a la Bella Cocotero y no escatimó agudos que el público siempre supo agradecer.

La "Habanera del cojo", entre Pérez y el tenor Francisco J. Sánchez, como Concordio, puso de relieve la maestría compositiva de los autores y lo mismo "La pulga", recompuesta por el maestro De Paz, sin duda el alma de la producción a partir de su trabajo con las partituras originales, que tuvo que completar y los destacados añadidos. De ahí el Premio Lírico Teatro Campoamor 2015 a la mejor nueva producción de ópera española o zarzuela para la fundación Guerrero que preparó y estrenó el título hace año y medio en la ciudad castellano manchega.

Muy bien la orquesta Oviedo Filarmonía que trabaja muy fluidamente con De Paz. La soprano Ruth Iniesta, en el papel de Teresita, que asimismo el año pasado logró el Premio Campoamor a la cantante revelación estuvo espléndida y lo mismo el tenor Francisco J. Sánchez como Concordio, antes indicado. Mención aparte merece el barítono asturiano David Menéndez que en el corto papel de Fidel demostró lo ya sabido: es una de las mejores voces del panorama lírico español. Y los papeles de tipo duro los desarrolla a la perfección.

En la gavota de las medias Jurado volvió a sus fáciles agudos, muy bien de nuevo Menéndez en el tango y todos muy ágiles, incluso de piernas, cuando la farsa se destapa y perseguidores y perseguidos entran y salen como locos de la sastrería que hasta entonces había centrado la acción. Ahí la escena mostró su eficacia con recursos sencillos que dieron comicidad a un texto de por si lleno de gracia y dobles sentidos. La revista deja atrás al género chico costumbrista.

En el cuplé Jurado Cocotero volvió a brillar; Ruth Iniesta, muy bien en el tango de la cacerola y tras sonar unos compases del "Don Giovanni" de Mozart, el castigo al don Juan y la fiesta final dieron paso a los aplausos, muy encendidos.