La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aracena, la pequeña corte camino de Estoril

La sierra norte de Huelva es el Somiedo andaluz, poblada de caserones que sirvieron de recreo a la burguesía sevillana y a los ingenieros de Minas de Riotinto

Arriba, Peña de Arias Montano. Sobre estas líneas, casa en Aracena.

El parque natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, al norte de la provincia de Huelva, en la ruta que parte de Sevilla y llega a la frontera que abre España al corazón del Algarve, es el Somiedo andaluz, con castaños y robles que conviven con dehesas de alcornocales pobladas de cerdos ibéricos de patas negras y setas que proliferan en primavera.

Ahora bien, reducir el interés de estas tierras a paisaje y jamones y embutidos es un error. Aracena fue en el siglo XIX y bien entrado el XX reducto de veraneo de la burguesía sevillana y de los ingenieros de Minas de Riotinto, muchos de ellos británicos que encontraban en el microclima húmedo retazos de la Inglaterra natal.

Dicen en el pueblo que allí se sentían en casa, por eso la localidad siempre tuvo fama de cosmopolita. Como prueba queda la colonia de La Arecenilla, un conjunto de casas de inspiración británica y andaluza, diseñadas por Aníbal González, creador del estilo regionalista andaluz, autor de la plaza de España de Sevilla.

La sierra era y es conexión natural de Sevilla con Lisboa por Rosal de la Frontera. Por allí pasaban los monárquicos hispalenses que iban a Estoril a visitar a Juan de Borbón durante su exilio. Muchos se enamoraron del lugar hasta el punto de hacerse pequeñas "villas Giraldas" en medio del campo. Si la arquitectura es rica, no lo es menos la herencia histórica patente en el castillo de Cortegana, que hasta 2006 estuvo bajo jurisdicción del Ayuntamiento de Sevilla. La fortaleza del castillo templario de Aracena y la gruta de las Maravillas son otros lugares que hay que conocer. El tapeo, dulce y salado, es un auténtico lujo. En la plaza de Aracena lo más probable es sucumbir ante el escaparate de la pastelería Rufino, abierta en 1875, considerada la mejor de Huelva, con sus olas, cortados, flanes en vasitos y helados de polen en verano, pasteles de yema y jamoncitos de mazapán. Muy cerca está Sirlache, especializada en setas, productos gourmet y accesorios para salir al campo.

En el mesón El Postigo procede pedir unas berenjenas rellenas de ibéricos con nata y el postre de castañas acompañado de Pedro Ximénez. Después, con las pilas bien cargadas, es el momento de visitar la peña Arias Montano, el teólogo asesor de Felipe II que se retiró a la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, dentro de la gran roca de Alájar que lleva su nombre. En 2011 Bollywood se fijó en el pueblo para rodar "Sólo se vive una vez". Para los fans de los alojamientos rurales Fuenteheridos ofrece una buena colección de apartamentos y casas. Y no hay que irse del pueblo sin visitar la fuente de los doce caños, orgullos local, siempre adornada con flores.

Compartir el artículo

stats