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LXIX Temporada de ópera

"Faust", o el diabólico espejismo de la moda

El avilesino Alberto Valcárcel firma el vestuario del nuevo título que se estrena en el Campoamor Diseños con ecos de Karl Lagerfeld para una reflexión escénica sobre el sufrimiento que genera la obsesión por la apariencia física

diseños de vestuario de Alberto Valcárcel para Marguerite, Fausto y Mefistófeles.

El diablo no viste de Prada, viste como Karl Lagerfeld. La obra del "kaiser de la moda" ha servido de inspiración al modisto avilesino Alberto Valcárcel, diseñador del vestuario de "Faust", el nuevo título de la temporada de Ópera de Oviedo, que se estrena el próximo 9 de octubre. El papel de Valcárcel será muy notorio en esta coproducción de la ópera ovetense y la de Tenerife, que se presenta en Asturias por primera vez. Esta puesta en escena de la obra de Charles Gounod "está inspirada en el mundo de la moda y la diabólica transformación de la apariencia física como un espejismo casi inalcanzable que genera sufrimiento", explica el asturiano que firma los diseños de vestuario.

Alberto Valcárcel, avilesino afincado en Madrid, que ha trabajado en numerosos proyectos para la televisión y el cine como la serie de televisión como "Olmos y Robles" o "Cuéntame", donde vestía al personaje de Ana Duato (Merche) y también era el autor de los vestidos que ésta confeccionaba en la ficción. Ahora mismo se está proyectando en los cines uno de sus últimos trabajos de vestuario, la película "Tarde para la ira", dirigida por Raúl Arévalo. Valcárcel está muy orgulloso de este proyecto por las buenas críticas que está recibiendo.

Valcárcel vive en su casa-taller en la sierra madrileña, donde lleva una vida retirada cuando no está inmerso en ningún rodaje. Admite que echa de menos Asturias porque toda su familia vive aquí "y la distancia no ayuda". Se declara un amante del teatro, ámbito en el que también ha desarrollado su labor de forma exitosa, y de la ópera. "Comencé a ver ópera con las producciones que se ponían en el Teatro Campoamor. Asistía asiduamente como espectador, y fue entonces cuando me enamoré de ella. El Campoamor es, además, el lugar donde aprendí muchas de las cosas que sé sobre mi trabajo".

Iconos de la moda

Cuando una producción es nueva siempre exige un mayor esfuerzo antes de su estreno absoluto, y por ello estas semanas previas al estreno de "Faust" las pasa Valcárcel sumergido en innumerables pruebas de vestuario en los talleres del Campoamor. Así explica los diseños que subirán al escenario del teatro ovetense: "En esta ópera he trabajado muchísimo con imágenes icónicas de la alta costura y los grandes diseñadores de referencia, especialmente Karl Lagerfeld". No en vano el cartel de la ópera hace un guiño muy marcado al "Kaiser de la moda" siempre con sus gafas negras y sus trajes ajustadísimos. "Hemos querido recoger aquí la frustración que genera la eterna juventud. La negación de la realidad y del paso del tiempo que la industria de la moda lleva implícita, plagada de seres con grandes operaciones estéticas y una ropa que pretende emular una juventud, que a pesar de todo ello, no deja de ser pasajera", apunta Valcárcel.

Es la primera vez que se enfrenta a un proyecto de estas características. "Normalmente un diseñador no tiene la oportunidad de tratar el fenómeno de la moda en su totalidad, como sí ocurre en esta ópera", explica. Lo habitual en su trabajo es que deba centrarse en plasmar una época determinada o en un clase social concreta. Por el contrario, en esta producción de "Faust" tienen cabida desde los nombres más destacados de la moda, hasta la ropa más accesible que cualquiera puede encontrar en las tiendas o "la ropa más humana", como Valcárcel define, aquella que se dona a la beneficencia.

Libertad

La ópera es para este diseñador avilesino un género mucho "más abstracto" que el cine o la televisión, donde trabaja con mayor asiduidad. Por ello cree que tiene mayor libertad a la hora de plasmar sus ideas. "Además, la propuesta que me hizo Curro Carreres -el director de escena de esta producción- ha sido muy abierta, por lo que he podido experimentar muchísimo". Reconoce que aunque en sus primeros pasos tuvo relación con la ópera, desde hacía tiempo quería trabajar en este ámbito, y ahora por fin va a realizar su sueño de ver sobre el escenario del Teatro Campoamor sus trabajos. "Y nada menos que en una ópera de repertorio tan importante como ésta", señala.

Una piel cada día

Explica que su profesión nace de la idea de que "el hombre es el único animal que elige todas las mañanas la piel que quiere ponerse. Intentamos imaginar las historias de los personajes que hay detrás a través de la ropa que llevan; algo que todo el mundo hace. Por ejemplo cuando va en autobús, aunque sea inconscientemente", indica. Valcárcel Prosigue comenta que "siempre hablamos de la moda como un hecho poco importante, pero en realidad, refleja nuestra economía, nuestro sentido de grupo? Quizá como es algo cotidiano puede pasar desapercibido, pero si se observan las pinturas históricas es muy sencillo percibir la posición social que tenía la protagonista de dicho cuadro gracias a su vestimenta". Considera que su trabajo está más próximo al que realiza un actor que al que cabe esperar de un diseñador de ropa.

La ópera es para Valcárcel un género que ya no puede entenderse sin el componente visual. Lo cierto es que la importancia del vestuario es cada día más trascendente en los teatros de ópera, y como prueba basta recordar las colaboraciones de los grandes diseñadores con el Metropolitan Opera House de Nueva York para vestir a la soprano Renée Fleming, o la participación de Valentino Garavani en el diseño de los trajes de "La Traviata" que se programó este mismo año en la Ópera de Roma.

En su trabajo sobre "Faust", Alberto Valcárcel hace hincapié en que el primer aspecto con el que trabaja es la música, "porque en ella está todo". Y añade: "Utilizo principalmente las grabaciones para familiarizarme con las partituras, porque me interesa mucho saber qué es lo que el compositor quería contar a través de sus personajes, y a partir de ahí comienza toda la tarea escénica, que es muy técnica".

Para sacar adelante todos sus proyectos cuenta "con un equipo de cinco personas, cada una de ellas especializada en un aspecto distinto, y nos encargamos de todo el vestuario que aparece en escena. Yo preparo lo que es la creación de los personajes. Por ejemplo, los que se incorporan progresivamente en las series, o los propios protagonistas que van evolucionando".

El proyecto de esta ópera surgió porque ya conocía a Curro Carreres "de una 'Traviata' que hace muchísimos años que finalmente no se llegó a realizar, y luego no hemos podido coincidir de nuevo hasta ahora". Valcárcel tiene grandes esperanzasen este montaje: "Creo que el trabajo será muy bueno, porque nos hemos entendido muy bien, y tengo una ilusión enorme por verla en escena".

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