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Aurelio se queda en el Reina Sofía

El museo adquiere para su colección "Cárcel", un gouache de 1946 en el que el artista refleja el ambiente opresivo de la posguerra

"Cárcel", la obra de Aurelio Suárez de 1946 recién adquirida por el Museo Reina Sofía.

La obra de Aurelio Suárez (Gijón, 1910-2003) se queda en el Museo Reina Sofía. El centro de arte acaba de comprar "Cárcel", un gouache de 1946, que desde abril hasta el 3 de octubre pasado formó parte de la muestra "Campo cerrado", un recorrido por el arte español de posguerra en todas sus expresiones. Junto a "Cárcel", la obra del pintor asturiano estaba representada en la exposición también por "Olor a soga", un óleo sobre lienzo de 1947.

El Reina Sofía pagará por el gouache de Suárez 15.000 euros (18.000 con el IVA) y su pretensión es que. una vez incorporada a la colección, tenga presencia en la parte expositiva del museo. La rotación periódica de los fondos y "las distintas presentaciones para ir mostrando el mayor número de obras" permitirá, según responsables del centro de arte, mostrar al público el cuadro.

"Cárcel" encajaba a la perfección en el contexto de "Campo cerrado" porque tiene "un sentido metafórico y de denuncia muy claro", según Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz, la comisaria de la exposición. En la muestra, Suárez compartió paredes con Picasso, Miró, Joan Brosa, Chillida, Jorge Oteiza, Maruja Mallo o Benjamín Palencia.

El gouache mantiene la depurada composición geométrica que caracteriza los cuadros de Aurelio Suárez. En contraste con la vertiente surrealista que domina en muchas de sus pinturas, "Cárcel" mantiene referencias paisajísticas que para los gijoneses, especialmente los que hayan sufrido la posguerra, son bastante claras. Con el mar al fondo, el cerro de Santa Catalina, rodeado de alambre de espino y coronado con una caseta de centinela sirve de estrecho horizonte a las altas paredes de la prisión, en la que aparece confinado un hombre, del que sólo percibimos su rostro demediado. Es una plasmación esquemática del ambiente opresivo y cerrado de los años que siguieron a la guerra civil, muy duros en lo vital pero cruciales en el crecimiento de Aurelio Suárez como artista.

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