La organización terrorista Estado Islámico (EI) ha reducido a ruinas los monumentos arqueológicos de la ciudad de Nimrud, ubicada al sur de su principal bastión iraquí, Mosul, y cuyos restos databan del siglo XIII a.C. Entre los elementos destruidos por los radicales destacan los toros y leones alados que se situaban en las distintas entradas a la ciudad antigua. El resto de los monumentos están bajo fuertes medidas de seguridad del Ejército y policía iraquí, desplegados en esta histórica urbe, que fue liberada el pasado noviembre por las fuerzas iraquíes en la primera ofensiva contra el EI para recuperar la provincia de Nínive.

El responsable del sitio arqueológico, Saadi Ali, asegura que el gobierno iraquí ha creado un comité para valorar los daños, con el fin de rehabilitar el 90% de la localidad que se estima que fue dañado. "El EI no ha dejado nada intacto; cometió el crimen de la era contra la civilización iraquí", lamenta Ali.