Un nuevo disco de David, o lo que es lo mismo "DelRío" es siempre una buena noticia para los amantes de las canciones con sabor a carreteras secundarias, de cine de sesión doble y bares de estaciones abandonadas. "Los créditos" es el disco que "DelRío" llevaba buscando hace tiempo, encontrando entre todas sus influencias el hueco de su manera esperanzada y enamoradiza de ver el mundo y afrontar la épica cotidiana que se refleja en unas canciones cada mes más meditadas y redondas. Composiciones hechas a la manera de un artesano, lijando cada esquina del corazón y abriéndolo de par en par, ofreciéndose sin tapujos, con la honestidad brutal que diría el otro y la apuesta siempre firme por la emoción, acertando con las referencias de la cultura popular (sobretodo cinematográficas, claro) espolvoreadas por el álbum y las claves adaptadas a su tiempo y su lugar. Grabado en los Estudios Rojo de Gijón, bajo la experta y escrupulosamente certera mano de Sergio García y Pablo Lato, el rock de autor de "DelRío" encuentra el hogar del sonido cálido y la templanza para hablar de derrotas y orgullo y crear algunas de las mejores canciones de su autor, como la inmensa "Gran cañón" y la irónicamente trágica "Final de temporada".
El disco, que ve la luz bajo la etiqueta "Verano del 96", puede adquirirse en formato físico o a través de plataformas digitales y la intención de su autor, que acaba de ser nominado de nuevo a los Premios AMAS en la categoría de mejor letrista, es presentarlo sin parar por escenarios de toda la región. Ya está en ello.