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Los hallazgos de Antrialgo (Piloña) destapan la riqueza castreña del Oriente

"Los asentamientos prerromanos y romanos de esta zona de Asturias son los grandes desconocidos", asegura el arqueólogo Sergio Ríos

La excavación del castro de Antrialgo, en Piloña, ha permitido recuperar vestigios de una calzada de época romana, restos de una muralla de dos metros y medio de ancho y huella de algunas edificaciones. Elementos suficientes para corroborar la existencia de un asentamiento cuya ocupación es segura en época romana y altomedieval, y que muy probablemente ya estaba habitado en la Edad del Hierro. Pero estos hallazgos, siendo importantes, tienen un valor añadido: la localización geográfica del asentamiento, el más oriental de Asturias junto al de Caravia.

"Los castros del Oriente son los grandes desconocidos. Es una situación que contrasta con la del Oriente, donde se han excavado varios asentamientos. Las razones pueden ser varias, quizás simplemente que los del occidente son más llamativos y cuya estructura se puede ver a simple vista, sin apenas excavar. Quizás estos castros no son tan llamativos o requieren de más trabajo, pero es una vía que hay que investigar", reflexiona el arqueólogo Sergio Ríos, director de la excavación de Antrialgo. Al este de la ría de Villaviciosa, apenas se había localizado hasta la fecha el castro de Caravia, que excavó hace ahora un siglo Aurelio del Llano.

En apenas dos semanas de campaña, Ríos y los otros tres arqueólogos que trabajaron en Piloña (Juan Ramón Muñiz, director técnico; José Antonio Longo y Adrián Piñán) recuperaron numerosos vestigios y consiguieron delimitar el castro, que tiene una extensión de nueve mil metros. "Pese a que es un yacimiento poco conocido y que no está siquiera catalogado, era un castro muy grande, aunque esto no quiere decir que toda esa extensión de terreno estuviese habitada", sostiene Ríos.

Entre los hallazgos de la campaña, los arqueólogos destacan el descubrimiento de los restos de una calzada de época romana. "Había un itinerario de oeste a este que vertebraba la cuenca del Piloña y del que se desgajaba ese tramo del calzada", explica Ríos. Esto hace pensar en una conexión con otros asentamientos próximos, que están aún por descubrir.

La perspectiva del equipo de arqueólogos que encabezan Ríos y Juan Ramón Muñiz pasa por seguir excavando en el castro de Antrialgo. Un yacimiento que esperan que abra la puerta a otras investigaciones sobre la cultura castreña del oriente de Asturias.

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