Cuando ganó su primer "Grammy Latino", en 2001, muchas de ellas apenas caminaban y otras incluso no habían nacido. La conocen, pero más por sus familias que por haberle dado al "play" a alguno de sus muchos éxitos en Spotify. Por supuesto, poco o nada saben de su popularidad en la España más efervescente de la Transición. Aunque les separa más de medio siglo, Ana Belén y el Coro de Voces Blancas del Conservatorio Valle del Nalón -además de otros muchos artistas- compartirán escenario el sábado en Gijón en el espectáculo "El faro" (Laboral, 20.30 horas). "Lo hacemos con el máximo respeto y responsabilidad", afirman las promesas musicales, que ayer ensayaron en La Fresneda (Siero).
Con edades de entre 17 y 20 años en su mayoría, a las integrantes del Coro de Voces Blancas del Conservatorio Valle del Nalón les queda bastante lejos Ana Belén. Saben de su trascendencia, conocen a su marido y paisano, Víctor Manuel -con el que ya han actuado-, y se saben el título de algún tema suelto. Pero al preguntarles si alguna vez escuchan por su cuenta a la madrileña, se miran unas a otras sin saber bien qué decir. "La verdad es que no", reconoce una voz tímida entre la multitud.
Con todo, hay excepciones. Elia Torre es una de ellas. "Yo sí la he escuchado muchísimo", afirma la joven de 17 años, los mismos que tiene su canción favorita de la polifacética artista, "Peces de ciudad".
Si desconocen parte de su trayectoria musical, la trascendencia política y social de la que fue llamada "la sonrisa del PCE" y "musa de la Transición" les es completamente ajena. "Es que la Transición y todo eso nos pilla un poco lejos. Tanto que a veces medio lo olvidamos, aunque sabemos que es muy importante", reconocen en plenas fechas de celebración del 40.º aniversario de la Constitución.
"Claro que muchas apenas conocen a Ana Belén, pero es normal, son muy pequeñas", asume con total naturalidad el director del coro, Óscar Allen Fraga; la misma con la que hace cuatro años tuvo que explicarles quién era aquel hombre de canas rizosas y mucho "rock and roll" con el que iban a compartir escenario, Miguel Ríos.
Aunque seguramente les haría más ilusión compartir tablas con alguno de los últimos "triunfitos", las del Valle del Nalón son, tal y como reconoce su director, de esas jóvenes con el oído educado y la mente abierta que no hacen ascos a ningún estilo. Quizá por eso también les ha costado menos asumir la trascendencia de la cita, el calado de sus compañeros de escenario y logran canalizarla con toda naturalidad. "Es un espectáculo muy atractivo e importante. Creo que hasta para Ana Belén lo es", destaca Allen.
El coro afrontó ayer uno de los últimos ensayos antes del gran estreno. Pese a que sólo han tenido tres semanas para montar la obra, destilan la confianza que les otorga haberse visto en otras como ésta en más ocasiones. "Lo tenemos bien preparado", afirman ellas, que con la partitura en la mano ya pierden toda timidez.
