Las historias de superhéroes copan la cartelera y las parrillas seriéfilas de las principales plataformas digitales de pago que hay en el mercado. En la última década, el "boom" de estos personajes nacidos de las páginas del cómic ha venido marcado por el éxito de Marvel en la gran pantalla, fruto de una ambiciosa apuesta arropada por Disney, la propietaria de la "Casa de las Ideas", que no ha querido dejar pasar la oportunidad de exprimir (con éxito) a su gallina de los huevos de oro.
No obstante, la presencia de estos "blockbuster" comerciales, concebidos para llevar al gran público a las salas de cine ha dado también lugar a que creadores y productores empiecen a apostar en adaptar historias independientes con tramas tan complejas como interesantes. Es el caso de "The Umbrella Academy", la última apuesta superheroica de Netflix, cuya primera temporada ya está disponible en la plataforma en streaming.
Basada en el cómic homónimo de Gerard Way, también conocido por ser el vocalista de "My Chemical Romance", la serie se centra en un grupo de antihéroes dotados de habilidades excepcionales que vuelven a juntarse tras la misteriosa muerte de su padre, un arisco millonario e inventor que adoptó a estos jóvenes para convertirlos en justicieros.
"The Umbrella Academy" empieza con un ritmo y una fuerza que perdura hasta el último capítulo. Los primeros compases de la ficción, que funcionan a modo de prólogo para introducir a los personajes principales, presentan un conjunto de situaciones surrealistas aderezadas por una excelente banda sonora que acompaña a la narración en los diferentes momentos de clímax y acción que discurren a lo largo de los 10 episodios que completan la primera entrega.
La ficción destaca principalmente por un casting que funciona a la perfección capaz de engrandecer a unos personajes ya de por si excéntricos. Ellen Page, que ya había adoptado un rol de superheroína como la mutante Kitty Pryde en diferentes filmes de "X-Men", encabeza un reparto de secundarios habituales que afrontan sus propios problemas personales (la soledad, el rechazo, el miedo) al tiempo que tratan de impedir nada más y nada menos que el fin del mundo, el cual llegará en tan solo seis días.
Mención especial para Robert Sheehan en su papel de Klaus, un joven adicto a las drogas y al alcohol que tiene la capacidad de comunicarse con los muertos y cuyo personaje evoluciona de un divertido fracasado que vive para poder seguir enganchado a un ser traumatizado por la perdida del que fue su gran amor.
"The Umbrella Academy" es acción, diversión, ciencia ficción y, sobre todo, sorpresa. Un soplo de aire fresco a las producciones habituales de héroes, capaz de mezclar con acierto diferentes géneros y explotar a un grupo de personajes tan diferentes como interesantes. Ahora, la gran pregunta es, ¿habrá segunda temporada?
