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Baile de máscaras y mascarillas en Venecia

"Cuando saltó el posible contagio de coronavirus nos llamó un montón de gente", afirman unas avilesinas que regresaron el lunes del norte de Italia

Detrás, Mireia Tuñón y Assier Cenador; en el centro, Paula Menéndez, Ana Alonso y Alba Torres, y en primer término, Sandra Lage, en Venecia el pasado fin de semana.

De máscaras y mascarillas. Así fue el carnaval que vivieron en Venecia un grupo de cinco avilesinas el pasado fin de semana, coincidiendo con el estallido de la crisis italiana del coronavirus. "En la calle, tanto en Venecia como en Milán, primaba la normalidad; nos preocupaba más la información que nos llegaba desde aquí", resumen de unas minivacaciones en pleno epicentro viral, que han tenido bastante repercusión entre su entorno. "Desde que saltó el caso del posible contagio de un mujer que en Asturias procedente de Venecia no han parado de preguntarnos si éramos nosotras", confiesan con humor.

Estas minivacaciones comenzaron con la excusa de visitar a un amigo que reside en Milán. El viernes volaron desde Madrid a la capital lombarda, donde ya vieron con sus propios ojos las consecuencias de la emergencia del coronavirus. "Al llegar al aeropuerto nos hicieron un control de temperatura. Fue lo único fuera de lo común que nos encontramos. El resto, todo era aparentemente normal", relata Ana Alonso, una de las avilesinas.

Nada más tocar suelo italiano, donde ya hay registrados más de 200 casos de coronavirus, cogieron un tren rumbo a Venecia, donde tenían prevista la primera parada del viaje. "En la estación no había controles de temperatura y la gente estaba tan normal y sin mascarillas", recuerda Alonso.

Ya en la ciudad de los canales, afirman que apreciaron contrastes entre normalidad y preocupación por el virus. "Te encontrabas de todo: Lo mismo nos cruzábamos a un grupo de gente en el que unos llevaban mascarillas y otros no; como a otros tomando algo en una terraza con la mascarilla al cuello; o personal de seguridad vigilando monumentos sin ellas", relata Alonso, quien afirma con rotundidad que la situación "no daba en absoluto miedo". "Nos ponía más nerviosas la información que nos mandaba la gente desde aquí que lo que veíamos allí", enfatiza.

Tras unos días en Venecia, donde los carnavales tuvieron que clausurarse de manera precipitada para tratar de acotar la expansión del coronavirus, regresaron a Milán para conocer la capital lombarda. Allí, afirman, la sensación fue exactamente la misma. "En general, había normalidad. No se percibía sensación de peligro ni de miedo en las calles", resume Alonso, quien afirma que los mayores temores del grupo se desataron en el ocaso de las minivacaciones. "Nuestro principal miedo no era contraer el virus, sino que cerrasen el aeropuerto y quedarnos en tierra", asegura.

Todas llegaron sanas, salvas y sin el menor síntoma gripal a Asturias el lunes, coincidiendo con la primera activación el protocolo de detección del coronavirus en la región. "No nos ha parado de escribir y llamar gente para preguntarnos si éramos alguna de nosotras las afectadas. Se armó un revuelo increíble", dice con humor Alonso, tras contestar a decenas de mensajes. "Me ha llegado a contactar gente que no sé quién es", concluye entre risas.

Pese a que ninguna de ellas presenta síntomas compatibles con el virus, del que ya se han detectado cuatro casos en España, afirma que una de las integrantes de la expedición avilesina llegó a ponerse incluso en contacto con el 112 para consultar si deberían tomar algún tipo de medida de seguridad extra tras el viaje: "Le explicaron que el foco de las infecciones no está en el centro de las ciudades, sino en localidades del extrarradio y que estuviésemos tranquilas. Podemos hacer vida totalmente normal".

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