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La red sanitaria, más vacía que nunca

Centros de salud y hospitales registran menos afluencia de pacientes con síntomas leves l "La gente recurre más al 112", dicen los profesionales

La red sanitaria, más vacía que nunca Irma Collín

Los centros sanitarios de Asturias están inmersos en un ambiente de tranquilidad casi desconocido para los profesionales en los meses de invierno. ¿Qué está sucediendo? Que, ya sea por miedo al coronavirus, ya sea porque en un país esencialmente anárquico por fin se hace caso a las advertencias de las autoridades, los pacientes con cuadros patológicos más leves están quedándose en su casa. Como alternativa, están recurriendo más a los servicios médicos del 112 para plantear dudas y solicitar consejo. ¿Consecuencia? Entre otras, en torno a un 20 por ciento menos de usuarios en el área de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), uno de esos espacios sanitarios que acostumbra a rebosar de enfermos.

Luis Antuña, jefe de esta unidad, explicó ayer a este periódico que la caída de la afluencia de enfermos al HUCA comenzó a ser patente el pasado fin de semana -el sábado se realizó el primer diagnóstico de coronavirus en Asturias- y se ha prolongado a lo largo de toda esta semana. "Lo que observamos es que vienen menos pacientes con síntomas menores, pero los más graves siguen viniendo, por supuesto", indicó el doctor Antuña.

En los centros de salud del área sanitaria IV (Oviedo y centro de Asturias) también se percibe una disminución de la presión asistencial. "Los profesionales sanitarios tenemos la impresión de que la gente recurre más al 112", señaló un buen conocedor de la red de atención primaria.

En el Hospital de Cabueñes, de Gijón, la impresión es similar: en los últimos dos o tres días acuden menos pacientes a Urgencias y, en general, no abundan las visitas por patologías banales. Sin embargo, en términos generales, el nivel asistencial no dista demasiado al de cualquier otro mes de marzo. "Por estas fechas, con y sin coronavirus, lo normal es que la cosa se calme; pero sí que contábamos con que hubiese más movimiento", señalaron desde el servicio. En lo que va de semana, las camas supletorias (un mal casi endémico en el hospital gijonés) no superan la media docena y, entre que la gerencia ha reforzado el personal y que la plantilla estaba hecha a la idea de un posible aluvión de pacientes, "la cosa está muy tranquila". Otro punto a favor es que la nueva zona destinada a pacientes aislados por infecciones respiratorios (la mitad de la séptima planta) cuenta con personal propio, por lo que el resto de la plantilla funciona más o menos ajeno a la llegada de un tipo de pacientes que de ordinario provocan mucha incertidumbre.

Los centros de salud de Gijón también están holgados. "Es posible que el coronavirus haya tenido cierto efecto en la población, por responsabilidad en algunas personas y por miedo a entrar en un foco de contagio, en otras", indicaron desde Atención Primaria. Y agregaron: "Tal vez lo notamos porque esperábamos la debacle y al final no ha habido tanta demanda". Empleados del Servicio de Atención Continuada (SAC) del área sanitaria V realizan un diagnóstico similar: "Sí parece que estamos recibiendo menos llamadas".

Menos acompañantes

En el área sanitaria de Avilés se observan dos realidades paralelas. La primera: "Hay mucha afición, la afluencia de pacientes a los centros de salud sigue siendo la misma con coronavirus que sin él", aseveró Agustín Sánchez, médico del centro de salud de Sabugo. La segunda viene de los profesionales del Hospital Universitario San Agustín: "Las personas enfermas siguen viniendo igual, aunque sí se ven menos pacientes que no tienen una urgencia real", dicen.

Los que sí notan más calma son los sanitarios que trabajan en las plantas de hospitalización. Ya está aplicándose el nuevo protocolo preventivo contra el coronavirus, que establece que en los hospitales sólo se autoriza -como regla general- un visitante por cada paciente ingresado. Ayer y anteayer "los pasillos y las habitaciones estaban más tranquilos y nosotros estamos encantadas porque podemos hacer nuestro trabajo en mejores condiciones", precisó un grupo de enfermeras. En el San Agustín, el horario de visitas es de doce la mañana a nueve de la noche. La plantilla de enfermería se ha reforzado en los últimos días precisamente para hacer frente al nuevo virus chino.

Entre tanto, en la consulta de pediatría de José Ignacio Pérez Candás, también en Sabugo, el número de pacientes pediátricos se mantiene. No obstante, "llevamos un tiempo, como un mes, en el que parece que hay menos patología de lo habitual". Según el pediatra, "estamos como siempre en esta época después de la epidemia de gripe".

La Conferencia Episcopal recomendó a las diócesis secundar a las autoridades sanitarias en torno al coronavirus y adoptar medidas preventivas como retirar el agua bendita de las pilas de los templos o sustituir el gesto de dar la paz por una inclinación del cuerpo. La capilla gijonesa de la Soledad, en el barrio de Cimadevilla, es una de las que ya ayer siguió estas pautas solicitando a los fieles que "se abstengan de tocar y besar el cíngulo" de la imagen del Cristo. En la imagen, Javier Gómez Cuesta durante la celebración religiosa.

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