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Misas de rostro presente en Moreda

El párroco del bajo Aller pega a los bancos fotografías de los feligreses para que le acompañen en las emisiones por internet de la eucaristía

Celestino Riesgo, en la iglesia de San Martín de Moreda, con las imágenes de los feligreses pegadas en los bancos. JUAN PLAZA

En tiempos tan feos, qué bien sienta una historia bonita. Como la de Celestino Riesgo: párroco del bajo Aller, arcipreste del Caudal y creyente a más no poder. En Dios, claro, y también en que todo pasará. Por eso, desde el decreto de estado de alarma, se conecta a diario a la cuenta de "Facebook Live" de la parroquia y celebra rezos y eucaristías. Pero algo le faltaba. Algo no, corrige: "Me faltaba lo más importante, me faltaban las personas".

Difícil llevarlas hasta la iglesia de San Martín de Moreda. O no. Celestino Riesgo escribió en el Whatsapp de la catequesis: "Enviadme una foto todos los que queráis asistir a la próxima misa". Y recibió más de las que esperaba. Las imprimió y las pegó a los bancos. Ahí están sus "feligreses de papel", siguiéndolo en los oficios. Él ya no se siente tan solo.

Si hay que contar este relato luminoso en tiempos oscuros, dice Celestino Riesgo al otro lado del teléfono, mejor empezar por el principio. Y con una aclaración: "No fue idea mía, esta idea nació en Italia. Se me ocurrió porque un amigo me enseñó una foto de un cura que había hecho algo parecido en Lombardía".

Así que en la región de Europa donde más crecen los contagios del coronavirus, hay otro sacerdote que es como Celestino Riesgo. Que sabe que esto también pasará. Al que también le faltaba la gente cuando llegaba la misa del domingo: "Me pareció una idea preciosa y también me ayuda a mí en las celebraciones durante la cuarentena. No es lo mismo hablarle a una cámara, a un teléfono, que a la imagen de tus feligreses", explica el párroco del bajo Aller.

Son más frías, pero agradece a las nuevas tecnologías permitirle "seguir cerca de las familias". Lejos de cancelar cultos, él los ha duplicado. Vía internet, eso sí: rezo del ángelus y celebración de eucaristía, de lunes a sábado. El domingo, oficia la misa para todos a partir de las 12.30 horas. Matiza que solo es posible el culto a través de la red. "La confesión u otros sacramentos no pueden impartirse por vía telemática", explica a LA NUEVA ESPAÑA. Aún no ha recibido la petición de ningún feligrés enfermo que requiera su visita. Si ocurre, y el Arzobispado lo permite, acudirá "siguiendo las medidas sanitarias que correspondan".

Lo que sí ha ocurrido ya en la parroquia, concretamente ayer en la localidad de Boo, fue un fallecimiento. También a través de Facebook, el párroco intentó arropar a la familia: "En el muro del perfil de la parroquia pedimos a todos que oraran por ella desde sus casas, que la tengan en el recuerdo", afirma el cura del bajo Aller. Luego se rezó un responso en el tanatorio, con la familia directa como únicos asistentes. El funeral queda pendiente, "para cuando esto pase", y se oficiará en una fecha que decida la familia.

Celestino Riesgo recorre la iglesia de San Martín de Moreda. "Espero seguir recibiendo alguna foto más. Tantas recibamos, tantas pegaremos a los bancos", asegura. Y anima al rezo en casa, como párroco de optimismo pegadizo, incluso intenta competir con la Play Station: "No os colguéis solo de la televisión, de los juegos, de las redes sociales. Sacad tiempo para el Señor", recomienda a los más jóvenes.

Es casi la hora de la próxima eucaristía, enciende el piloto rojo de su teléfono móvil: "Hoy la eucaristía es un poco diferente. Porque aunque sé que siempre estáis presentes de corazón, hoy os tengo en esas fotos que vosotros no veis. Hoy, a través de esas imágenes, os pongo cara, os pongo voz, os pongo vuestra historia. Por eso, hoy, pedimos por vosotros y por vuestras familias. Y por todas las familias que hacen lo mejor para que todo vuelva a la normalidad". Ojalá sea pronto, aunque le costará encontrar otros feligreses que le sigan tan atentos y callados.

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