La Policía Nacional y la Guardia Civil han dicho "basta". Después de unos días "de pedagogía" y de informar a los ciudadanos, ya no levantarán más la mano: detendrán o multarán a todo aquel que se salte la cuarentena por la pandemia de coronavirus. Ayer, fueron detenidas sesenta personas por desobediencia e incumplir los requisitos que establece el decreto del estado de alarma. Además, denegaron la entrada a 996 vehículos en los controles restablecidos en las fronteras terrestres con Francia y Portugal, donde se controlaron 7.000 vehículos.

El virus empieza a afectar a las fuerzas del orden. Cuatro agentes de la Policía Nacional han dado positivo en Asturias, por lo que han causado baja en el servicio. Se unen a los agentes de la Guardia Civil afectados, lo que obligó a cerrar el cuartel de Cangas de Onís. En el acuartelamiento del Rubín de la Benemérita hay varios casos sospechosos en cuarentena.

Más: dos agentes de la Policía Local de Oviedo dieron positivo y se encuentran recluidos desde hace unos días en sus casas con síntomas leves. También hubo un positivo en la Policía Local de Valdés, por lo que el alcalde, Óscar Pérez, ordenó desmovilizar y poner en cuarentena a los catorce miembros del cuerpo. Han asumido las funciones de los municipales la Policía Nacional y la Guardia Civil. El afectado estuvo el miércoles con fiebre, pero ayer ya se encontraba bien.

En Oviedo, la Policía Local sancionó a dieciséis vecinos y un individuo acudió con síntomas de coronavirus al centro de salud de Ventanielles, desde donde le indicaron que guardase el confinamiento en su domicilio. Al resistirse tuvo que acudir la Policía Local, que lo acompañó a su vivienda.

En Gijón, con una media de cien sanciones al día, preocupa al Ayuntamiento el gran número de personas de avanzada edad que salen a la calle, poniendo "en grave peligro su vida". Ayer fueron 21 los ciudadanos de más de 60 años sancionados. Un gijonés de 40 años, S. M. P, fue sorprendido circulando en bicicleta por Viesques y al ser requerido por los policías tosió sobre ellos y huyó, circulando incluso por dirección prohibida. Poco después fue detenido, acusado de desobediencia y resistencia a la autoridad. Además, por tercer día consecutivo, fue interceptado un ciudadano en la playa de Poniente después de darse un baño, echarse un par de carreras y tumbarse en la arena. El miércoles los agentes le llevaron al área de Psiquiatría de Jove, pero tras el alta volvió a las andadas.

La Policía de Avilés, por su lado, multó a 27 personas por salir de casa sin motivo e interceptó a 551 conductores para comprobar si disponían de permiso para abandonar sus domicilios. Hubo tensión en un autobús del transporte municipal que llegó a circular con 24 pasajeros a bordo, una cifra que en opinión de algunos pasajeros era "excesiva" dadas las circunstancias sanitarias imperantes. Tras la denuncia de un pasajero, una patrulla de la Benemérita se interesó por la situación, pero no adoptó ninguna medida.

En Langreo, la Policía sancionó el miércoles a 11 vecinos después de identificar a 500 personas en las vías públicas. El balance de los tres primeros días de aplicación de las medidas establecidas en jornadas laborables arroja en el concejo dos detenidos y 27 personas para las que se proponen sanciones.