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Crisis del coronavirus

Vermú y bronceador contra el virus

Vecinos de Montecerrao, en Oviedo, aprovechan el buen día para tomar el sol y brindar desde sus terrazas: "Hay que asomarse, que si no vamos a acabar como Drácula", dicen

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Así fue el vermú musical de Montecerrao

La rotonda del barrio ovetense de Montecerrao se convirtió ayer en un solárium vecinal con decenas de personas bronceándose con un vermú en una mano y crema protectora en la otra. La de ayer fue la jornada más calurosa registrada en Oviedo desde el confinamiento al alcanzarse los 24 grados en algunas zonas. "Venga, vamos a animarnos todos a tomar el sol, que hoy hace un día estupendo". En cuanto abrió la ventana, Carlos Alberdi escribió en un chat de whatsapp del que forman parte 140 vecinos, 70 de ellos, niños. Dicho y hecho. A eso de las 12.30 horas, las terrazas, balcones y ventanas estaban llenas de gente en contraste con las calles desiertas.

Alberdi es el encargado de gestionar el chat comunitario "Animación vecinal". Él también vive en un edificio del entorno y amplifica la música que emite por internet el propio barrio gracias a otra iniciativa lúdica bajo el nombre de "Rotonda Montecerrao". Los temas son para todos los gustos, aunque siempre hacen un guiño a la situación actual de confinamiento. En plena sesión de solárium ayer sonaba "I will survive" y buena parte de los vecinos la bailaban. Eso sí, cada uno a su manera. "Mire, aquí lo pasamos bien a la hora del vermú. Especialmente los fines de semana. Nos ayuda a pensar en positivo y a distraernos en esta situación tan complicada. En esta casa somos cuatro personas, Mi mujer, mis dos hijas mellizas de 16 años y yo. Además, aprovechamos para tomar el sol porque, si no vamos a ser como Drácula". Felipe Valdés se lo cuenta al periodista por el telefonillo alzando la voz para hacerse entender por encima de Gloria Gaynor. Un sistema que dificulta la conversación porque a los treinta segundos se apaga automáticamente y hay que llamar de nuevo.

Iratxe Arena, de 20 años, cruzó ayer la calle a buen paso cargada con una enorme bolsa de supermercado. De vez en cuando, lanzaba miradas a las terrazas. "Vivo con mis padres y no tenemos terraza. Yo tengo un 'velux' (claraboya) así que en cuanto llegue lo voy a abrir y tumbarme debajo".

En otra de las casas de la zona, Alicia Sampedro hizo un alto en el teletrabajo para salir a cantar canciones infantiles con su marido y su hijo de dos años. "Este tipo de acciones ayuda mucho a cambiar el ánimo. Especialmente porque media hora la dedican a canciones infantiles". La familia tiene un toldo en la terraza que baja en caso de que pegue mucho el sol, pero ayer Sampedro decidió dejarlo recogido y sacar las plantas a airearse. "Pobres, a su manera también están confinadas en casa".

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