"Forma Antiqva" vuelve a los escenarios. Sin embargo, su regreso no puede ser en Asturias porque ninguna de las administraciones a las que ofreció su espectáculo -un teatro musical basado en la vida de La Caramba, mítica tonadillera del siglo XVIII- les dieron una respuesta concluyente. Por eso, Aarón Zapico, que forma el núcleo de "Forma Antiqva con sus hermanos Pablo y Daniel, se dirigió al teatro del Escorial, donde ya comenzaron los ensayos para lo que mañana será un estreno mundial, aunque con aforo restringido y medidas de seguridad.

La idea del clavecinista langreano y director musical de esta pieza era que su regreso a la escena se realizase en su tierra. Para ello, se dirigió a dos ayuntamientos: el de Langreo, de donde son los músicos de la agrupación, y el de Oviedo, donde residen. Y además, a la Consejería de Cultura. Sin embargo, ninguno les dio el sí definitivo. "Nos ofrecimos para recuperar la actividad en la región, con programas y recursos, apelando a la conciencia colectiva pero no obtuvimos respuesta", lamenta el músico, que reconoce que esperaba más apoyo por parte de las instituciones, ya que según lo que proclama, ellos llevan la "marca Asturias" por todo el mundo, y no encuentra una reciprocidad en ese aspecto. "Sentimos mucha pena de retomar nuestra actividad, después de estar parados desde enero, en El Escorial y no donde nos sentimos en casa", protesta.

La obra que van a estrenar es además la primera pieza que interpretan en público desde que en confinamiento les mandó parar. En ella recogen la vida de "la Rosalía del siglo XVIII"; la tonadillera María Antonia Vallejo Fernández, "La Caramba", una mujer con una vida muy cinematográfica. Abandonó su casa para dedicarse al espectáculo, y alrededor de los 30 años, cuando ya había alcanzado su apogeo, abandonó la escena y se metió en un convento. Su figura se recuperó a finales del siglo XIX. Mañana, la soprano María Hinojosa interpretará a la tonadillera, acompañada de los músicos de "Forma Antiqva", bajo la dirección musical de Aarón Zapico y la escénica de Pablo Viar. Se estrenará en Madrid, porque no pudo ser en Asturias.