La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, un órgano que depende del Ministerio de Cultura y que debe autorizar la venta y el préstamo de obras de arte, ha dictaminado que la Inmaculada Concepción del Greco que la Fundación Selgas-Fagalde expone en la biblioteca de la Quinta del Pito, en Cudillero y que se proponía vender al Museo de Bellas Artes de Budapest, es “inexportable”. La obra, una de las más importantes entre las colecciones de arte públicas y privadas de Asturias, puede ser vendida pero nunca fuera de España.
Los miembros de la Junta que dictó la “inexportabilidad” del cuadro se reunieron ayer telemáticamente y su resolución será notificada hoy oficialmente a los propietarios de la obra.
Antes de conocerse el dictamen, el presidente de la Fundación Selgas-Fagalde, Gregorio Peña, en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA, argumentó en favor del derecho de la entidad, por su carácter privado, para disponer de su patrimonio. “Nos duele más que a nadie desprendernos de él, pero se hace por el bien y el interés general”, declaró, añadiendo que la Fundación aspira a “seguir abriendo y manteniendo la actividad” en la Quinta del Pito. “No es que la Fundación atraviese dificultades económicas, sino que tiene necesidades económicas”, subrayó.
Peña entiende que la venta de la Inmaculada del Greco, uno de los grandes atractivos de la visita al palacete de los Selgas, “no supone una desvinculación de nuestros compromisos” para con Cudillero. Indicó que la familia lo adquirió para su domicilio madrileño, no para la Quinta del Pito, adonde llegó en la década de los 80 del pasado siglo, después de haber sido incautado en la Guerra Civil y recuperado en Estados Unidos, tras un largo litigio judicial, por las hermanas Carmen y Manuela Fagalde, las viudas de los hermanos Ezequiel y Juan Selgas.
El presidente de la Fundación Selgas-Fagalde restó importancia a la obra. “Es un cuadro de 180 que tiene la Fundación, y lo importante no es una pieza concreta”, dijo. Insistió en que “es un boceto, no es un cuadro; el cuadro está en la capilla de Oballe en Toledo”.
Peña se refiere a que la Inmaculada de los Selgas es una copia en pequeño formato (1,08 x 0,58 metros) de la que el artista hizo para la capilla funeraria de Isabel Oballe en la iglesia de San Vicente, en Toledo. Era costumbre que los artistas hicieran réplicas de sus obras en gran formato, para guardarlas en su estudio. La Inmaculada de los Selgas fue cedida en 1999 al Museo Thyssen de Madrid,para la exposición temporal “El Greco: identidad y transformación”, para la que fue seleccionado por José Álvarez Lopera, que fue jefe de Conservación de Pintura Española del Museo Nacional del Prado. También viajó a Roma y Atenas.
Peña defendió la exportación de la obra, para su venta al Museo de Budapest. “Mejor a un museo importante como ése que a un coleccionista privado. De las propuestas que se han recibido la más sensata ha sido ésta”, declaró, y apuntó que ninguna institución pública ha mostrado interés por el cuadro.
