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Asturias exporta talentos

María Neira: “No seas tímida, querida nueva generación astur, y cree en ti”

Imagina para Asturias “una sede internacional de Naciones Unidas para la transición verde y sostenible; venga, ¿dónde la ponemos?”

María Neira, con el actor Arnold Schwarzenegger, en la conferencia climática de Viena.

María Neira (Ginebra). Directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra, María Neira recibió esta semana la feliz noticia de que había sido galardonada con una medalla de plata del Principado. “Están pasando muchas cosas en Asturias”, cuenta, “nuestra sanidad es muy respetada, puede haber muchas oportunidades de negocio en turismo rural, en modelos de desarrollo rural sostenible”.

María Neira | Miki López

A María Neira, directora del departamento de salud pública y medio ambiente de la OMS, la enriqueció “la mezcla de Asturias en la que crecí, cuenca minera ruda y fuerte y largos veranos en Tapia de Casariego en el mar, por muy fría que era el agua nos bañábamos todos los días. El olor del mar, la sidra, un buen pescado y, sobre todo, la buena tortilla de patata de los bares ¡siempre me persigue!”.

Sabrosa persecución. “Me encanta que, cuando estás fuera y dices que eres asturiano, en general se crea enseguida una corriente de simpatía, tenemos buena fama, de ser gente noble, transparente y de principios. Asturias me aporta raíces sólidas, pero, eso sí, vigilo para que sean lo suficientemente flexibles como para que me dejen estirarme, crecer y salir. Cuando las raíces te atan duro al terreno y te retienen, pueden cortar mucha iniciativa, se nos pueden escapar algunas oportunidades, podemos hasta acomodarnos demasiado y abusar de lo tradicional. Raíces sí; tradición, también, pero sin negarnos a descubrir lo nuevo, o a reciclar mejor lo conocido, a añadir creatividad, a estar siempre alerta y con la mente muy abierta. A veces ese famoso dicho de ‘de toda la vida’ nos ahoga un poco y nos impide incorporar recetas más frescas. Después de todo, lo que es tradición hoy, ¡fue novedad alguna vez!”

Cuando tuvo su primer pasaporte pensaba cómo sería “poder rellenar un día al menos un par de páginas y haber visitado algún país. Ahora me peleo con los funcionarios de Aduanas que aún te sellan el pasaporte para que no ocupen mucho sitio y que no me obligue a cambiarlo con más frecuencia”.

Viajamos al ayer: su primer sello en el recién estrenado pasaporte fue el viaje a París. Cuánto me abrió los ojos ese viaje y qué ganas me quedaron de que no fuera el último. De ahí también me quedó lo importante que era hablar idiomas, los franceses no son muy versados en lenguas extranjeras, pero no perdonan que tú no hables bien la suya”.

Cuando años después fue a especializarse a París, “no fue fácil, no era mi lengua, no era mi entorno, en el hospital eran muy exigentes y a los pocos extranjeros que conseguimos entrar en el programa nos lo ponían más difícil. Pero todo era nuevo, tenía amigos de nacionalidades que nunca antes había encontrado y la experiencia me abrió puertas increíbles. Sigo pensando que conocer a gente de otras nacionalidades y culturas es muy enriquecedor. Si puedes viajar, viaja; si no puedes, búscalo cerca de tu casa, siempre hay un mundo por descubrir, las ideas vienen también así. Los poetas buscan inspiración, los que no lo somos abrimos los ojos para buscar ideas, conocimiento, tecnología, novedades para tu trabajo, gente más lista que tú que sepa más y que esté dispuesta a compartirlo contigo. Está en nuestra naturaleza, el ser humano busca estímulos en permanencia, si los silenciamos quién sabe lo que nos perdemos”.

Cuando estás fuera de tu país hay que aprender a superar algún obstáculo, “pero también a no creártelo tú solo, a no ponerte barreras tú mismo. ¿No hablas idiomas? ¡Aprende! ¿No conoces la cultura de ese lugar? Dale una oportunidad. ¿No sabes cómo ponerte en contacto con un lugar de trabajo, con un hospital fuera de tu región, con gente que trabaja en lo tuyo?, usa internet, tira de contactos, e insiste. En mi trabajo nos llegan todos los días miles de correos de estudiantes de todo el mundo que quieren hacer unos meses con nosotros, ¿quién lo consigue en general? Por supuesto, el que tiene más méritos, pero también el que insiste, el que no tiene reparo en mandarte 20 mensajes muy educados al que al final respondes por que te impresiona el interés demostrado”. Insistamos: insistid.

Mucha gente joven contacta con ella “pidiendo algún consejo, información. No seas tímida, querida nueva generación astur, no tengas miedo a insistir. En el peor de los casos dirán que sois pesados... ¿y qué? Prepárate bien, eso sí, fundamental, pero preséntate con ganas, con energía, con convencimiento y, sobre todo creyendo en ti”.

Asturias, asegura, “si nos movemos bien y usamos nuestro talento, puede aportar mucho en sostenibilidad, biodiversidad, modelo de mitigación de cambio climático. Veo oportunidades de turismo sostenible, una nueva gastronomía. Y, por favor, que nadie me diga que es el cachopo el que nos representa gastronómicamente fuera de Asturias porque me muero de pena”.

Ahora que “todos quieren, y deben, pasarse al ‘verde’, que la economía debe ser ‘Green’ y circular, que el ‘verde’ está de moda, nosotros que nadamos en él, que somos más ‘verdes’ y desde mucho antes que nadie, ¿no vamos a tener nada que decir? ¡Si somos los que tenemos varios doctorados en esto del ‘verde’!”.

Imagina para Asturias, o lo sueña, “una sede internacional de Naciones Unidas para la transición verde y sostenible; venga, ¿dónde la ponemos? Eso sí, hay que arreglar antes el asunto de la movilidad”. A lo mejor el teletrabajo puede atraer a mucha gente a Asturias a instalarse “buscando mejores condiciones de vida. Ahora ya puedes ser un gran ejecutivo de una gran compañía y casi dirigirla desde una casa encima del mar en Cudillero, ¿no?”.

Sí, pero...

“Como asturiana que vive fuera y que quiere seguir viniendo con regularidad, la movilidad, el acceso, sigue limitándome. Una mayor facilidad para llegar hasta aquí creo que somos muchos los que la echamos de menos. Desde Ginebra a veces tardo menos en llegar a Nueva York, que hay vuelo directo, que a Oviedo. Y no estoy exagerando. Sé que ya se está haciendo, tal vez podamos, afrontando de forma creativa el envejecimiento y la despoblación, convertirlos en una oportunidad y crear un mejor modelo que hasta nos puedan copiar”.

Más, más: “Y muchas facilidades de ‘think-tank’, para que no se nos escape ninguna idea, sobre todo de los jóvenes, para que podamos atraer a los que quieren aportarlas y les ofrezcamos las mejores condiciones para que las desarrollen. Que no se nos escapen los cerebros jóvenes porque no encuentren oportunidades, que puedan regresar, si quieren y cuando quieran, si se han formado fuera”.

Y, sobre todo y para todos: “¡Que la fuerza verde nos acompañe!”.

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