Un estudio publicado en “Nature” relaciona una mayor duración de los días en la Tierra, al ralentizarse la rotación del planeta a lo largo de la historia, con una producción de oxígeno más elevada por parte de microorganismos.

El equipo liderado por Judith Klatt, de la universidad de Michigan (Estados Unidos), ha comprobado que la duración del día, que no siempre ha sido de 24 horas, sino que ha variado en función de la atracción ejercida por la Luna, influye en la capacidad de los microbios de generar oxígeno.

Casi todo el oxígeno de la Tierra se produce a través de la fotosíntesis, que fue “inventada por minúsculos organismos, las cianobacterias, cuando nuestro planeta aún era un lugar bastante inhabitable”, explican los investigadores.