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Sidahmed Matala, el rey saharaui del teatro asturiano

El joven, de 20 años, nacido en los campos de refugiados del Sahara, se ha convertido en un imprescindible de la escena costumbrista

Sidahmed Matala, junto a Carlos de la Parte en Asturias.

Sidahmed Matala ha dejado huella en el Salón de Teatro Costumbrista de Candás. El joven, de 20 años y de origen saharaui, actuó el pasado miércoles en el Teatro Prendes y cautivó al público con su interpretación en asturiano.

Tras pasar toda su infancia y adolescencia en un campamento de refugiados en el desierto argelino, Sidahmed consiguió escapar de esa vida y empezar de cero en Asturias hace tres años, junto a su “padre de acogida”, Carlos de la Parte. En esta nueva etapa, el teatro se ha convertido en una de sus mayores aficiones. Él entiende que pueda parecer chocante que un saharaui se suba al escenario a hablar en asturiano, pero se siente muy a gusto y nunca ha tenido ningún problema con ello. “Empecé el año pasado y disfruto mucho haciéndolo, me sirvió mucho en su día para mejorar con el idioma y relacionarme con la gente, estoy encantado con todas las personas con las que trabajo, me han ayudado mucho”, explica.

Sidahmed Matala, junto a Carlos de la Parte en Argelia.

Sidahmed es uno de los protagonistas de la obra “Tragaderes” del grupo teatral “Chanclos Asgaya”, dirigido por Segis Meana. “La obra habla sobre la avaricia humana, sobre lo que son capaces de hacer los herederos de un fallecido por conseguir su fortuna”. Tras la actuación del miércoles en Candás, que fue todo un éxito, ayer pasaron por Pravia y mañana sábado estarán en Somao.

En cuanto al asturiano, afirma que se siente muy cómodo y que no tiene ningún problema en adaptarse a la llingua. “Cuando venía de pequeño ya se le pegaban las palabras en seguida”, añade De la Parte, que asegura que no tardó nada en decir “toy fartuco”.

Sidahmed Matala, en una manifestación.

Sidahmed Matala, en una manifestación.

La historia de Sidahmed en Asturias se remonta al año 2009, cuando Carlos de la Parte y su mujer, Merche, fallecida en 2015 por un cáncer de páncreas, participaron en “Vacaciones en paz”. Este programa consiste en la acogida de niños saharauis hasta los 12 años para pasar el verano en España. “Sidahmed vino durante tres veranos con nosotros y nos quedamos prendados de él, era un niño encantador y tuvimos una conexión inmediata”, recuerda De la Parte. “Cuando ya no pudo venir más por la edad, mantuvimos el contacto, viajamos los siguientes años a verle al campamento en el que vivía”. Estos viajes los hacían de la mano de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui y las duras condiciones que se encontraron allí les impactaron. “Nadie se merece vivir así por cuestiones políticas”, sentencia.

Sidahmed Matala, segundo por la izquierda, junto a su grupo de teatro.

Fue en 2018 cuando Carlos de la Parte abrió las puertas de su casa para que Sidahmed tuviera la oportunidad de dejar esa vida atrás. Desde entonces, el joven no ha parado. Además del teatro, se está sacando la ESO y hace un módulo de carpintería en El Prial de Infiesto, colabora de voluntario con la Asociación Luar y también va a la Escuela de Música de Llanera a tocar el teclado. Ahora en verano está trabajando en una crepería en Cudillero. “No se le pone nada por delante”, afirma con orgullo su “padre de acogida”, que le apoya en todo lo que hace e intenta orientarle y aconsejarle, aunque reconoce que no suele hacer falta porque es “muy maduro para su edad”, muy trabajador y responsable”. El joven es todo un ejemplo de superación y se ha adaptado a la perfección a la sociedad asturiana, pero no olvida en ningún momento la difícil situación de su familia, a la que envía dinero todos los meses y con la que mantiene contacto a diario.

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