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Fiona Mavhinga: “Gracias a Camfed las niñas de África ya tienen en quien mirarse”

Representantes de la ONG se reúnen con los colegios asturianos para transmitir el trabajo de su organización en la escolarización de las menores

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El relato escolar sobre África a los estudiantes asturianos de Secundaria Luisma Murias

La nave de cañones de la Fábrica de Armas de Oviedo volvió a llenarse de trabajo, el que han desarrollado alumnos de centros educativos de todo Asturias. Los colegios e institutos le presentaron a las representantes de Campaign for Female Education (Camfed), ganadoras del premio “Princesa de Asturias” de Cooperación Internacional, los proyectos con los que pretenden emular el “efecto multiplicador” de la organización benéfica. La labor de Camfed en África destaca por impulsar la educación de las niñas y su inserción en el mundo laboral y se distingue de otras organizaciones por promover que aquellas jóvenes a las que han ayudado hagan lo mismo con otros niños de sus comunidades. La Fundación Princesa propuso a varios colegios e institutos que hiciesen algo similar, que los alumnos mayores desarrollasen un proyecto con el que ayudar a los más jóvenes, que se conviertan en un ejemplo.

Fiona Mavhinga y Lucy Lake, con el alumno Pedro Rueda, del colegio gijonés La Corolla. | Luisma Murias

Los jóvenes pudieron compartir su trabajo con Lucy Lake, directora general de la organización, y Fiona Mavhinga, consultora ejecutiva de la asociación y ejemplo de cómo una niña de una aldea de Zimbabue que, tras vivir la marginación, consiguió estudiar y ser abogada. Ahora, junto con otras 400 mujeres que crecieron en condiciones semejantes, es un modelo para continuar con esa labor. Tras ver los trabajos de los adolescentes, las cooperantes dieron una charla para los alumnos y respondieron a las preguntas que les lanzaron desde el público. Mavhinga reconoció que, más allá de la pobreza y la falta de recursos, en África las niñas se enfrentan a un problema más prosaico pero que también les aleja de las aulas y el mundo profesional: no tienen modelos a seguir. “Es gracias al trabajo que hace Camfed que las niñas de África empiezan a tener en quien mirarse”, sentenció.

Una alumna del colegio Corazón de María se alzó entre el público para preguntar qué había inspirado a las creadoras de Camfed para desarrollar su organización. La pregunta fue acogida con una cálida sonrisa de Lake. La británica, que acudió al acto con su propia hija, se remontó a los inicios del movimiento. “Entonces, cuando aún había muy pocas niñas en los colegios de África se decía que era porque los padres no querían”, explicó la cooperante, que negó que el problema de fondo de la educación de las niñas africanas fuese cultural. Camfed atajó los problemas de recursos que, en las comunidades en las que trabajan, ponían cortapisas a la escolarización femenina pagando, por ejemplo, las matrículas de las niñas en las escuelas y, de repente, la cosa empezó a cambiar. “Demostramos que si eliminas la pobreza y los desafíos que implicaba la escolarización se podía conseguir que las niñas tuviesen una educación”, celebró. Camfed confía en poder escolarizar a cinco millones de niñas antes de 2025 en el África subsahariana.

Los métodos de la cooperación internacional llegan a las aulas asturianas

De todo se puede aprender y lo que funciona en el África subsahariana puede cuajar en un instituto ovetense o en un colegio de Gijón. Los alumnos de los centros asturianos han desarrollado, a lo largo de este curso, un proyecto basado en los métodos de Camfed. Carlota Cabrera, del colegio Inmaculada, explica que el plan diseñado en el centro gijonés es “una cadena”. Los alumnos de cuarto de la ESO, como ella, ayudarán en los estudios y en lo personal a los que acaban de entrar en la etapa hasta que lleguen al último curso de Secundaria, cuando ellos tengan que coger el testigo. Cada centro ha diseñado su proyecto a su manera: en el instituto ovetense La Ería han incorporado elementos medioambientales a la ecuación, enseñando a los más jóvenes a usar una compostadora.

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