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El reinado más longevo

Se cumplen siete décadas de la ascensión al trono de Isabel II, emblema de las monarquías parlamentarias

Imágenes conmemorativas en Londres de los 70 años de Isabel II como reina.

El mundo cambia, Isabel II permanece. Acaban de cumplirse los 70 años de su llegada al trono. Un reinado de una duración sin precedente, marcado por el Jubileo de Platino que se celebrará el próximo mes de junio con varios días de festejos nacionales. Siete décadas separan a la novicia sin apenas experiencia de la bisabuela de 95 años que abandona poco a poco la actividad oficial. Los británicos respetan la figura de quien ha sido una constante en sus vidas.

1.- La reina joven e inexperta de los 50. La princesa Isabel de York se convirtió en Isabel II a los 25 años. Llevaba casada cinco con el apuesto Felipe Mountbatten y habían nacido sus dos primeros hijos, Carlos y Ana. Llegaba al trono una mujer joven e inexperta. “Es simplemente una niña”, diría con escepticismo el primer ministro de la época, Winston Churchill, quien con el tiempo se convertiría en uno de sus grandes admiradores. Churchill fue el primero de los 14 jefes de Gobierno británicos que Isabel II ha conocido a lo largo de su reinado. Quién sabe si pronto no añadirá a la lista uno más, el que pueda suceder al ahora polémico Boris Johnson.

2.- Los melenudos de los 60 y “swinging” Londres. Los jóvenes se apoderaron del mundo. La minifalda, Mary Quant, “swinging London”, las radios piratas, los “Beatles”. “Her Majesty’s a pretty nice girl. But she doesn’t have a lot to say” (“Su Majestad, una chica guapa, pero no tiene mucho que decir”), cantaba Paul McCartney en el álbum “Abbey Road”. Todo era nuevo y moderno. Los Kennedy formaban una pareja chic insuperable. Neil Armstrong pisó la Luna. Isabel II mantuvo su estilo inalterable. Tiaras, frunces, armiños. La monarquía empezaba a oler a naftalina.

3.- Los duros 70 de escasez y sangre. La reina ya era abuela. Su primer nieto, Peter Phillips, nació en 1977, el año del Jubileo de Plata. Los “Sex Pistols” lo celebraron con “God Save the Queen”. “Ella no es un ser humano y no hay futuro. Inglaterra está soñando”, decía la letra del escándalo. Eran tiempos turbulentos. Inflación, huelgas, cortes de electricidad, escasez, desempleo. El IRA ensangrentaba el país con bombas. En 1979 llegó a Downing Street Margaret Thatcher, con quien Isabel II tendría una relación más bien tirante.

4.- Las bodas principescas de los 80. La década de la guerra de las Malvinas, la liberación gay y MTV fue también la de las bodas reales fastuosas que acabarían como el rosario de la aurora. El príncipe Carlos y lady Diana Spencer. El príncipe Andrés y Sara Ferguson. La soberana invitaba a montar a caballo en el castillo de Windsor a Ronald Reagan, uno de los 13 presidentes de Estados Unidos que ha frecuentado. Jefa de la Iglesia Anglicana, Isabel II fue la primera monarca británica en la historia que viajó al Vaticano, donde oficiaba Juan Pablo II.

5.- Los “horribilis” 90. Los nervios de acero de la reina se pusieron a prueba durante los años en que la monarquía tocó fondo. El castillo de Windsor salió ardiendo. Tuvo que aceptar pagar impuestos por primera vez. Tres de sus cuatro hijos acabaron divorciándose entre escándalos de sexo, infidelidades y conspiraciones. La muerte de Diana, princesa de Gales, le estalló en las manos. La soberana perdió momentáneamente el favor popular. En Inglaterra triunfaban las “Spice Girls”, y Tony Blair recibía en su residencia oficial de Downing Street a la crema de Cool Britannia.

6.- Reinvención de Camilla y terrorismo internacional a partir de 2000. Millones de británicos celebraron en el 2002 el Jubileo de Oro. Diez años más tarde llegaría el de Diamante. La longevidad de la reina ha vencido cualquier pronóstico. En el 2005 ocurría lo impensable: el príncipe de Gales y Camilla Parker Bowles se casaron. La monarquía pasaba página. Tiempos marcados también por el terror con el ataque del 11 de septiembre en Estados Unidos, los atentados de Madrid y Londres, y el Reino Unido presente en las guerras de Irak y Afganistán. Una participación que “exasperaba y frustraba” a Isabel II según publicó “The Daily Telegraph”.

7.- En la década de 2010, bodas, bautizos y la nueva “chica Bond”. Seria, impasible, Isabel II raramente ha mostrado sentido del humor en público. De ahí la sorpresa cuando en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres “debutó” junto al 007 Daniel Craig en una parodia de James Bond. El capítulo de bodas reales estuvo acaparado por los nietos. El príncipe Guillermo y Kate Middleton, en el 2011. Dos años más tarde nacería Jorge, el futuro heredero. La continuidad dinástica quedaba asegurada. En el 2018 fue la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle. Una bomba de relojería.

8.- Los amargos actuales 20. Los dos últimos años han sido traumáticos. Los duques de Sussex escaparon a California y acusaron de racista a la familia real. La ruptura entre Guillermo y Enrique es irreparable. El duque de York ha quedado apartado de los actos de la corona al estar acusado en Estados Unidos de haber mantenido relaciones sexuales con una menor de edad. El asunto está pendiente de juicio. En plena pandemia la reina perdió en abril pasado a su marido, el príncipe Felipe, casi centenario. La soberana, de cuya salud no hay información alguna, vive semirretirada en Windsor.

9.- Lo que queda por venir. No todo van a ser luces en este año de aniversario. El hijo menor de la reina, el príncipe Andrés de Inglaterra, ha aceptado prestar declaración jurada el próximo 10 de marzo como parte del caso de abuso sexual de una menor presentado en su contra por Virginia Giuffre en un tribunal de Nueva York. Giuffre alega que fue víctima de la red de tráfico sexual del difunto empresario Jeffrey Epstein, lo que la llevó a mantener relaciones sexuales con el hijo de Isabel II cuando ella tenía 17 años. Pero Isabel II mira al frente y, sobre todo, no da puntada sin hilo. Por eso ya ha iniciado el camino para su sucesión al referirse al príncipe Carlos como futuro rey y a su esposa, Camilla, como reina consorte en el mensaje a la nación con el que este domingo abría su Jubileo de Platino. Un Jubileo que ayer llenó de salvas el cielo de Londres y de Edimburgo.

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