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Tras los pasos de Alfonso II

Los ganadores del concurso escolar “El Rey del Camino” reivindican la importancia del Camino Primitivo

Por la izquierda, Salma Marzouki, Amanda García-Sampedro, Pelayo Fernández, Aitana Cosío, Martín Ramírez, Lucía Rodríguez, Manuel Rodríguez, Carmen Lorenzo, César Antón, Irayda Naille, Martín Soto y Lucía Martínez en la sala de exposiciones de LA NUEVA ESPAÑA, ante la maqueta de Oviedo en tiempos de Alfonso II de la muestra “Camino Primitivo. Oviedo” . | Luisma Murias

Alfonso II se convirtió durante el Camino Primitivo en estrella guía, monarca herido por una piedra en el zapato, ángel de la guarda de los accidentados peregrinos, curioso historiador... Presente, pasado y futuro de la ruta entre Oviedo y Santiago. Así lo han plasmado los cuatro ganadores y ocho finalistas del concurso “El Rey del Camino” organizado por LA NUEVA ESPAÑA, y que recibieron sus galardones la semana pasada en el Club Prensa Asturiana. Entre 435 trabajos presentados, ninguno de ellos esperaba el reconocimiento y todos salieron satisfechos. “Me quedé impactada al ganar. Solo llegar a finalista entre tanta gente suponía un logro”, confiesa Lucía Rodríguez, primer puesto en la categoría de dibujo de 8 a 11 años. “Tuve que sentarme porque si no me desmayaba”, ilustra Carmen Lorenzo, finalista de relatos.

Algunos eran veteranos en pincel y pluma; otros descubrieron su afición a raíz del reto. Amanda García-Sampedro, campeona de narrativa de 8 a 11 años, era ya una redactora avezada: “He escrito 14 historias. Algunas con muchos capítulos, otras de una sola página”. Sin embargo, Martín Ramírez, vencedor de la clasificación juvenil, de 12 a 16 años, no era aficionado a contar historias pero sí al Camino Primitivo. “Lo empecé en 2019 con unos amigos de la Peña Azul Olivares los fines de semana. En noviembre fue la última etapa y llegamos a Lugo. Después, con la pandemia quedó en suspenso”, cuenta con ganas de retomar el proyecto junto a su mascota “Hendrix”, que tiene las credenciales de “perregrino”, bromea. Hay más ganas ahora que conoce nuevos detalles de los parajes que transitará.

Los 12 niños y jóvenes no solo salieron del certamen con mayor autoestima y algún que otro premio –como una pulsera Xiaomi o una tablet– también adquirieron nuevos conocimientos sobre el legendario trayecto que inició el Rey Casto. “Aprendí mucho sobre Alfonso II, los tesoros y monumentos que encierra el Camino Primitivo”, asegura Lucía Martínez, ganadora del premio al dibujo de 12 a 16 años. Al culminar la jornada todos pudieron visitar la exposición “Camino Primitivo. Oviedo”, en la sala de exposiciones de LA NUEVA ESPAÑA (c/Calvo Sotelo, 5, Oviedo). “Me encantó encontrar explicación a tanta historia”, dice Pelayo Fernández. Algo que suscribe otro de los finalistas, César Antón: “Este proyecto me ha enseñado todo aquello que me faltaba por saber”. “Lo mejor fue poder imaginar como era la ciudad en época de Alfonso II”, añade Aitana Cosío, en relación a la gran maqueta central de la muestra.

Ahora, la ruta más antigua para venerar al apóstol Santiago cuenta con fieles adeptos. “Es cultura y atrae a otras culturas”, defienden Irayda Naille y Martín Soto, que también consideran este trayecto como un empujón a la economía y promoción ovetenses. “Es el más difícil de caminar, pero el paisaje bien lo vale. Asturias es un orgullo”, declara el amante de “la tierrina” y finalista de relatos Manuel Rodríguez.

El cuento de Salma Marzoruki habla sobre las amistades y peligros que uno encuentra al caminar, pero estos intrépidos peregrinos han cargado sus mochilas con mucha sabiduría y una buena dosis de imaginación.

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