La Universidad de Oviedo rinde homenaje a Teodoro López-Cuesta, uno de sus rectores más carismáticos, en el centenario de su nacimiento. La decana de la Facultad de Economía y Empresa, Carmen Benavides, se refirió ayer a él como a “un jurista con corazón de economista”. Fue durante la presentación del libro “Homenaje, en su centenario, al rector Teodoro López-Cuesta Egocheaga”, editado por el servicio de publicaciones de la institución académica y coordinado por el catedrático jubilado de Derecho Mariano Abad y la catedrática Ana Isabel González.

El Rector, Ignacio Villaverde, echó mano de sus propios recuerdos para glosar la figura de Teodoro López-Cuesta, del que fue alumno y que estuvo al frente del Rectorado primero como interino entre 1975-1977 y después como titular, hasta 1984. “Teodoro era una personalidad y un personaje. Tenía una imagen impoluta, era de una enorme elegancia en el vestir y en los gestos. Sus clases eran una mezcla de experiencia y conocimiento. Siempre nos sorprendía con conferenciantes ilustres de los qué nunca estábamos avisados, una vez era Alfonso Guerra, otra Pedro de Silva…”, relató.

Habló también de su papel como Rector en “aquella España de plomo, cuando la Policía iba a hacer detenciones y la brigada político social tenía informadores en las aulas”. López-Cuesta se preocupaba de “proteger a los universitarios, en un momento en el qué aquí pasaban cosas”, destacó Villaverde y también le reconoció el haber “sabido dar un paso atrás con elegancia y no interferir en la democratización del sistema universitario”.

Teodoro López-Cuesta tenía, añadió el decano de la Facultad de Derecho, Javier Fernández Teruelo, otro de los intervinientes, “ese punto entrañable del qué no son capaces todas las personas de su rango intelectual y con una carrera academia tan abrumadora que da para muchas vidas”. Era , agregó, “un coleccionista de amigos y un conseguidor de dinero” para la Universidad.

La decana de la Facultad de Economía y Empresa, Carmen Benavides, evocó su llegada a la antigua sede de González Besada y recordó que fue con Teodoro López-Cuesta cuando se trasladó al Cristo. Ella recuerda al fallecido Rector “entregado a su profesión, cariñoso y siempre dispuesto a ayudar”. Además, Benavides se refirió a su especial preocupación por el futuro de los cursos de La Granda, de quien fue uno de sus impulsores.

Ana Isabel González, a la que Ignacio Villaverde se refirió como “alma y motor de este bello libro”, junto a Mariano Abad, presentó la edición como parte de “una colección especialmente cuidada” y un compendió de artículos sobre las diferentes facetas de la personalidad de López-Cuesta.

Mariano Abad, al que todos se refirieron como el “gran impulsor” de ese “homenaje hecho libro”, explicó que “por su carácter y su obra” considera “a Teodoro López-Cuesta como el último integrante del Grupo de Oviedo”. “ El europeísmo está presente en toda su obra”, subrayó.

El ex Rector Juan Vázquez no asistió al acto pero envió un mensaje a través de Carmen Benavides, en el que destacó la contribución de López-Cuesta a Asturias “como Rector y como impulsor de los cursos de La Granda”.

El Ayuntamiento de Oviedo también se ha sumado al homenaje a Teodoro López-Cuesta. El alcalde Alfredo Canteli ha escrito la introducción y ayer participó en la presentación del libro el primer teniente de alcalde, Ignacio Cuesta.