Te llama un supuesto familiar lejano y te dice que está retenido en el aeropuerto y que necesita urgentemente dinero para poder pagar y que lo dejen libre. Y le haces una transferencia...
Mensaje de Whatsapp de un número desconocido: “Hola mamá, mi otro teléfono está roto. Este es mi nuevo número que puedes guardar. ¿Estás en casa?”. Lo siguiente es pedirte dinero: tu supuesto hijo tiene apuros económicos. Y se lo envías...
Utilizan como gancho la imagen de Dani Rovira, Pablo Motos, Alberto Chicote o David Broncano. Te aseguran que estos famosos se han embolsado grandes cantidades de dinero gracias a sus inversiones en Bitcoin. Y pinchas...
Estos son tres ejemplos de los muchos timos que están a la orden del día en internet y en los que la gente cae, aunque parezca mentira. “Todos podemos ser víctimas, no lo veamos como algo lejano”, advierte José Manuel Redondo, profesor titular del departamento de Informática de la Universidad de Oviedo. “Estos ciberdelincuentes –continúa– mandan millones de mensajes y alguno siempre pica. Hay miles diferentes circulando. Son engaños bien elaborados, con perfecto uso del castellano, en los que utilizan tácticas psicológicas, pueden aprovecharse de que tuviste un mal día...”. Por eso, hay que estar siempre en alerta y, de entrada, desconfiar. Las estafas nos pueden llegar hoy en día por múltiples canales –email, SMS, Whatsapp, Twitter, Instagram, Facebook, Tinder, Tik Tok...–, pero, puntualiza el especialista en seguridad de sistemas informáticos, “es necesaria una acción por nuestra parte para vernos afectados”. Basta con un simple clic.
Redondo es el experto que está formando, desde el pasado mes de marzo, a profesores e investigadores de la Universidad de Oviedo en ciberseguridad. “En lo suyo son maestros, pero los conocimientos informáticos que tienen son menores”, afirma. El primer curso piloto fue todo un éxito y versó precisamente sobre los timos en internet. “Es terrible, cada vez hay más. Hollywood se está perdiendo a unos buenos guionistas”, asegura. Además, en muchos casos se aprovechan de desgracias recientes, como la pandemia, el volcán de La Palma o la guerra de Ucrania, y buscan hacer pequeños robos a mucha gente. Y los que caen no denuncian por vergüenza”, avisa. De ahí, la importancia de formar a todos los sectores de la población.
La Universidad, que “no puede ser ajena a este fenómeno”, se ha puesto las pilas, dando clase a sus profesores. El siguiente paso, en verano, será formar al personal de administración y servicios (PAS). “Además, vamos a extrapolar el modelo al resto de universidades del G-9”, celebra José Manuel Redondo. El próximo reto será llegar a los alumnos. “Quizá tengamos que integrar estos conocimientos en el plan de estudios de alguna asignatura para llegar a todos los estudiantes”, comenta. Por otro lado, la Universidad de Oviedo tiene constancia de que cuatro empresas están en conversaciones para lanzar una cátedra sobre ciberseguridad, lo que daría un impulso mayor a este campo en Asturias.
