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Los estudiantes asturianos quieren que se revise la EBAU para hacerla “más competencial y homogénea en todo el país”

Un total de 4.407 alumnos iniciaron ayer la macropueba sin casi presencia de mascarillas ni contagiados, y con un modelo “fácil” de examen como único rastro del covid | La posibilidad de hacer la Selectividad extraordinaria con una suspensa dividió a los jóvenes

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En imágenes: así ha sido la primera jornada de la EBAU en Asturias

Esta información ha sido elaborada por N. Oliveira (Gijón), M. Mancisidor (Avilés), D. Montañés (Mieres), T. Cascudo (Tapia) y M. G. Salas (Oviedo)

Entre los 4.407 estudiantes que ayer empezaron “con nervios” la EBAU en Asturias hay unanimidad: la prueba de acceso a la Universidad “debe cambiar”. Los alumnos de la región respaldan los planes del Ministerio de Educación de revisar la Selectividad para hacerla más competencial en 2024. “Queremos un examen homogéneo para todo el país y que sea menos memorístico. Lo importante es probar tu desenvoltura con las asignaturas más que demostrar conocimientos concretos que puedes conseguir con el móvil. El temario de Historia es demasiado amplio”, defendieron.

Precisamente, la Universidad de Oviedo, a través de su vicerrector de Estudiantes, Alfonso López Muñiz, manifestó ayer su “enorme preocupación” por que “no se mantenga una unidad en las EBAUs nacionales”. “Desde la Crue (la Conferencia Nacional de Rectores) estamos presionando, porque los tiempos se acercan y todavía no hay nada cerrado. Se habla de que en quince días nos presentarán un proyecto para la prueba de 2024”, señaló López Muñiz, quien asistió al inicio de los exámenes en el campus ovetense de Humanidades, una de las diecisiete sedes en las que se desarrollará la macroprueba de acceso a la Universidad hasta mañana. Hasta el Milán también se acercó el rector, Ignacio Villaverde.

La de ayer fue la EBAU de la normalidad. La pandemia solo estuvo presente en el modelo de examen, que fue el mismo que se aplicó en 2020 y 2021 por el covid y que incluyó más preguntas a elegir. Casi ningún alumno llevó mascarilla, pese a la recomendación de la Universidad, y no se registró ningún enfermo por coronavirus, según aseguró el vicerrector de Estudiantes. En el HUCA se examinaron dos bachilleres no relacionados con el covid, en tratamiento por otras patologías, que hicieron la prueba por separado en sus respectivas consultas. En ese camino hacia la normalidad, la Selectividad asturiana recuperó los institutos y las aulas universitarias como sede en sustitución de los polideportivos.

Así afrontan los estudiantes la primera jornada de la EBAU en Asturias

Así afrontan los estudiantes la primera jornada de la EBAU en Asturias VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Un texto de Rosa Montero

La prueba que abrió ayer la EBAU en Asturias fue, como siempre, la de Lengua Castellana y Literatura, obligatoria para todos los alumnos. Los jóvenes tuvieron que enfrentarse a un texto de Rosa Montero publicado en “El País” y a las lecturas “La tiranía sin tiranos”, de David Trueba, o “El chico de la última fila”, de Juan Mayorga. La jornada se cerró con el examen “más temido”, el de Historia de España, también común a todos los bachilleres. En este caso, cayeron las causas de la invasión islámica, la rebelión de Cataluña de 1640, el nuevo orden europeo tras la Paz de Utrecht y las repercusiones de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa en España. Hoy, a partir de las 9.00 horas, serán el turno de primera lengua extranjera, la materia de cada modalidad de Bachiller y los primeros exámenes de la fase de admisión.

Más preguntas a elegir

Aunque los propios aspirantes reconocieron que la EBAU actual es “más fácil” que hace tres años por el modelo covid, el vicerrector Alfonso López Muñiz discrepó: “Los alumnos del Bachiller vienen bien preparados y lo lógico es que aprueben la EBAU. Las preguntas son igual de difíciles que siempre, lo que pasa es que pueden escoger entre una y otra del mismo nivel”. Pese a ello, los estudiantes creen que la flexibilidad introducida en la prueba era “necesaria”, pues se ven peor preparados que otros años. En lo que hay opiniones encontradas es en la posibilidad de acceder a la EBAU extraordinaria (del 6 al 8 de julio) con una asignatura suspensa, una medida extraordinaria y que se aplica por primera vez este año.

En el campus del Milán, la sede elegida por la organización, se examinaron los alumnos libres, es decir, jóvenes procedentes de toda Asturias que se presentan otra vez a la EBAU con el objetivo de subir nota. Fue el caso de Daniel Sánchez Barcia, del colegio San Fernando de Avilés, que aspira ser piloto del Ejército del Aire. “Historia es el examen que más temo porque el temario es muy amplio. Debería haber un cambio en la EBAU, porque puedes estar perfectamente cualificado para desempeñar un trabajo y a lo mejor no ser tan bueno memorizando”, señaló. Paula Dos Santos, también del San Fernando de Avilés, quiere estudiar Medicina. “Debería haber una Selectividad única en toda España. También considero que el formato covid habría que quitarlo, porque a consecuencia de ello las notas de corte de las carreras son más altas”, apuntó. Esta joven considera “injusto” que a partir de ahora se permita titular en Bachiller (de forma excepcional) con una materia suspensa. Alejandro Sierra Hermo, del IES Doña Jimena de Gijón, opina lo contrario: “Si se permite, están en su derecho”. Sierra estudió un ciclo de FP y ahora su intención es entrar en la Universidad. “El temario de Historia debe reducirse”, indicó. Saray Victoria Álvarez es ovetense, tiene 25 años y la de ayer fue su segunda Selectividad. Hizo la PAU en su día y la aprobó, pero ahora quiso examinarse de la EBAU. Su caso es curioso, pues se dedica a dar clases particulares y estudió para la prueba a la vez que ayudó a preparar los exámenes a otros jóvenes. “Es mucho más fácil ahora. Antes un 8 era la bomba, te permitía entrar en casi todas las carreras. Ahora con esa nota no haces prácticamente nada”, dijo.

La pandemia “benefició”

De Oviedo a Gijón. La tensión y los nervios previos a la EBAU también se mascó en la Escuela Politécnica de Ingeniería. Uno de los presentes, Luis Toraño Loredo, se mostró “sorprendentemente tranquilo”. El bachiller de 17 años, perteneciente al instituto Fernández Vallín busca una nota superior al 11 para entrar en el doble grado de Derecho y ADE: “Creo que la pandemia nos ha favorecido por la flexibilidad que ofrece el modelo de examen extraordinario que tenemos este año”. Sin embargo, la crisis sanitaria también ha dejado algunos inconvenientes a nivel académico: “Van a subir las notas de la EBAU y, por tanto, las notas de corte de los grados; en ese sentido sí nos ha perjudicado”. Una opinión que compartió la joven bachiller del instituto Universidad Laboral, Isabel Villanueva Flores: “Las notas subirán, es verdad. Pero creo que la pandemia nos ha favorecido porque el sistema semipresencial que tuvimos en primero de Bachillerato nos vino bien para organizarnos por nuestra cuenta los exámenes”.

Sobre la posibilidad de que la EBAU sea homogénea en todas las comunidades, Sofía García, del instituto Padre Feijoo, lo tiene claro: “Es una medida que a Asturias le vendría bien porque, por lo general, suele ser más complicada en el norte. Y al final es injusto porque nos juntamos todos en las mismas universidades”. García también piensa que “es muy importante” que los exámenes de idiomas tengan un apartado oral. Una óptica que comparte Beatriz Menéndez Somoano, del Jovellanos: “De ser así saldríamos mejor preparados”. En este sentido, la estudiante –que quiere cursar Enfermería en León– apunta que “la EBAU en otras comunidades es más fácil que en Asturias”, por lo que ve con buenos ojos una prueba conjunta a nivel nacional. Sobre que los bachilleres puedan graduarse con una asignatura suspenda no tanto: “Si nosotros no pudimos no sería justo que los que vengan después sí puedan”.

Una materia pendiente

En Avilés, Carolina Lobato tiene muy claro su futuro. Quiere matricularse en Estudios en Asia Oriental: “Me gusta su cultura, llevo cuatro años aprendiendo japonés”, explicó. Ayer debutó en la EBAU en Avilés, en el IES N.º 5. Esta alumna del colegio San Fernando calificó de “raro” que los exámenes “tengan mayor o menor dificultad según la comunidad autónoma donde se realicen” y que permitan examinarse con suspensos: “Es como llevar algo colgando”. A las puertas del N.º 5 estaban también Eloy Prieto Gutiérrez y Aysha Álvarez, ambos del colegio Paula Frassinetti. Gutiérrez quiere estudiar Arquitectura y Álvarez, Turismo. Como Carolina Lobato, el joven manifestaba: “No me parece correcto hacer la EBAU con un suspenso”. Discrepaban Claudia Álvarez, Sofía Coro y María Rodríguez, tres jóvenes con el sueño de matricularse en Psicología, la primera, y en Comercio y Marketing las dos últimas. “Todos podemos tropezar en un momento dado”, dijeron.

Un total de 126 alumnos comenzaron ayer sus exámenes en el campus de Mieres (Barredo). Son los futuros universitarios de Mieres, Aller y Lena. En este caso, el ambiente familiar marcó el desarrollo de la prueba. El profesorado esperó incluso pacientemente por una alumna de Cabañaquinta que no pudo llegar a la hora. Ocho docentes controlaron el ejercicio: “Prácticamente nos conocemos todos”, explicaba minutos antes de acceder al aula Marcos García. En su caso, asegura haber “repasado” más que estudiado: “Los cambios que se prevén creo que pueden ir en la dirección correcta, ya que al final lo importante es poder demostrar tu desenvoltura con las asignaturas, más que demostrar conocimientos concretos que hoy puedes conseguir conectando el móvil”.

El arranque de la EBAU se vivió con aparente optimismo en las Cuencas. Y eso que esta generación reconoce haberlo pasado mal con la pandemia. “Creo que nos afectó bastante. Percibo que al estar tantos meses sin apenas estudiar la retención de la información se ha vuelto más complicada. Nos ha costado volver a coger el ritmo que teníamos antes del covid”, señaló Desiré Menéndez. A esta joven estudiante no le convence que alumnos con una asignatura suspensa pueda examinarse: “En general me parece algo injusto, ya que no se está teniendo en cuenta el esfuerzo realizado durante el curso para sacar adelante los estudios”. En líneas generales los estudiantes que este año afrontan la prueba preuniversitaria perciben que lo han tenido algo más complicado que sus antecesores: “Es muy posible que hayamos perdido algo de capacidad de concentración con toda esta extraña situación”, indicó Lucía Martínez, del instituto Sánchez Lastra de Mieres. “Hay hábitos y costumbres que se resienten cuando tienes que asumir un parón como el que nosotros hemos tenido en el instituto”, subrayó su compañera Nerea Sánchez.

Regreso a los institutos

Tapia recuperó ayer su histórica sede en el instituto Marqués de Casariego, de la villa tapiega. Tras dos años extraordinarios por el covid en los que los exámenes se realizaron en el polideportivo municipal, las aulas del centro volvieron a ser testigo de una jornada de “muchos nervios”. En total se examinaron 62 alumnos, 30 del centro anfitrión y los 32 restantes procedentes del instituto Elisa y Luis Villamil, de Vegadeo. “Se agradece el regreso al instituto, es más familiar”, coincidieron las docentes delegadas para la EBAU por ambos centros, Azucena García y Lulas Somoza. Desde el año pasado los estudiantes del Galileo Galilei, de Navia, se examinan con los del centro luarqués Carmen y Severo Ochoa en este último centro lo que ha motivado un fuerte descenso de alumnado en la sede tapiega. En Occidente hay una tercera sede, en Cangas del Narcea, para los estudiantes del Suroccidente.

García y Somoza opinan que el formato con preguntas a elegir implantado por el covid quizás perjudica a los mejores estudiantes y beneficia a los que no lo son tanto. Sin embargo, los chavales agradecen las facilidades. “Estamos claramente perjudicados por el covid, hacer las clases telemáticas durante el primer año de pandemia no es lo mismo que tenerlas presenciales”, reflexionó el veigueño Óscar Rodil, que quiere estudiar la carrera de Veterinaria. Por su parte, la tapiega Nerea López ve bien un examen con más opciones. Señala que la pandemia les tocó de lleno en cuarto de la ESO, así que cuando empezaron primero de bachillerato tenían “flojas” algunas asignaturas troncales. Ella necesita un cinco para cursar Relaciones Laborales y Recursos Humanos.

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