El Ministerio de Cultura plasmó ayer en Cantabria la adquisición, por casi 30 millones de euros, del llamado Archivo Lafuente. Pasará a formar parte de los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y para su alojamiento se va a construir en Santander un museo específico asociado al Reina Sofía cuyas obras han comenzado ya.
El Archivo Lafuente es la pasión del industrial lácteo y gran coleccionista de arte José María Lafuente, hijo de asturianos y dueño de Queserías Lafuente, empresa con sede en Cantabria pero que tiene un centro de producción en Arriondas (la que fue antigua planta del Grupo Arias). En el mundo de la cultura su aportación es ya considerada como un "archivo de archivos", una "colección de colecciones" de arte contemporáneo especializada en la historia del arte del siglo XX en América Latina, Estados Unidos y Europa, con un énfasis particular en España. Y así se ha detallado estos días desde el Ministerio.
La colección consta de unas 140.000 piezas –de ellas 20.000 son "obras originales", según el propietario– y abarca múltiples formatos
La colección consta de unas 140.000 piezas –de ellas 20.000 son "obras originales", según el propietario– y abarca múltiples formatos: fotos, correspondencia, manuscritos, manifiestos, libros, revistas, periódicos, carteles, dibujos, estampas y obras de arte. También incluye libros de artista, fotolibros, proyectos impresos y manuscritos de obras conceptuales maquetas de diseño gráfico, piezas de arte correo y originales de cómic, entre otros.
Los fondos adquiridos son "únicos" en áreas como el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, las vanguardias rusas y, de forma "especialmente relevante", en las redes de producción artística de la segunda mitad del siglo XX: escritura y poesía experimental, publicaciones de artista y arte correo. También resulta único además por la representación de la contracultura y el cómic español de las décadas de 1970 y 1980, con fondos únicos de publicaciones y autores como las revistas Ajoblanco y Star, y los creadores Nazario, el Cubri y Ceesepe, entre otros.
"No lo pagamos todo, si tuviéramos que pagar lo que valen esas 140.000 piezas no hay dinero en los Presupuestos Generales de este año", dijo el ministro de Cultura, Miguel Iceta, hace unos meses cuando se negociaba la compra.
La firma del contrato de compraventa de este "Gernika de los fondos documentales", tal y como lo ha denominado el secretario de Cultura y Deporte del Ministerio, Víctor Francos, tuvo lugar ayer en Cantabria. Los firmantes, con autorización del Consejo de Ministros, fueron el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y el coleccionista y gran protagonista del día, José María Lafuente.
Lafuente es uno de los hijos del matrimonio de Ciaño formado por Agustín Lafuente y María Llano Fernández, una familia que tras salir adelante a duras penas en los primeros años de la posguerra, lo que les obligó a dejar Asturias, acabó por levantar una quesería en Cantabria que ahora es casi un imperio. De hecho, el acto de firma de la cesión del archivo se celebró en la sede de Queserías Lafuente, en el polígono de Heras (Medio Cudeyo), en cuyas instalaciones se albergan los citados fondos y en cuya documentación trabajan media docena de empleados.
José María Lafuente se refirió al "inmenso honor" que supone que el archivo que comenzó a crear en los años ochenta del siglo XX pueda quedar en manos del Reina Sofía. Pese a la venta al Estado, no renuncia a seguir como coleccionista y la etapa que ahora comienza la ve, dijo, como un "punto y seguido" a su trayectoria. "Ya es difícil que vaya a cambiar de vida", aseguró, al tiempo que adelantaba que tiene "cosas en la cabeza" que espera que "vayan fructificando".
Para este coleccionista nacido en Lugo y criado en Cantabria, la "principal seña de identidad del Archivo, que lo distingue poderosamente de otras colecciones similares, es que recorre documentalmente la historia del arte moderno desde las primeras vanguardias hasta finales de los años 80 y posee una mirada muy singular hacia Latinoamérica y España". "Lo hemos podido hacer mi equipo y yo desde Cantabria justo en el momento en que era posible, diría que en el último momento que esto era posible. Hoy sería inimaginable armar este conjunto", ha afirmado.
Lafuente es uno de los hijos del matrimonio de Ciaño formado por Agustín Lafuente y María Llano Fernández, una familia que salió adelante a duras penas en los primeros años de la posguerra, lo que les obligó a dejar Asturias
El director del Reina Sofía ha considerado una "grandísima noticia" que el museo pase a tener entre sus fondos una "colección única", y ha agradecido al Ministerio que lo haya hecho realidad. "Sin este archivo es imposible entender el arte del siglo XX. Es imposible entender nada. Es imposible entender Fluxus, es imposible entender la contracultura catalana, es imposible entender la Movida y esto es muy importante. Realmente añade un elemento no solo cuantitativo sino cualitativo a las colecciones del Reina Sofía", ha subrayado Borja-Villel, que ha destacado la "relación mutua" que ha habido entre el museo y el Archivo Lafuente en la última década.
Por su parte, Víctor Francos, secretario general del Cultura y Deporte del Ministerio que dirige Miquel Iceta ha afirmado que con la adquisición del Archivo Lafuente, el Reina Sofía se sitúa "en la cúpula de los referentes internacionales de arte contemporáneo" y lo convierte en "más de lo que es hoy". Aunque ha reconocido que la inversión hecha para adquirir el Archivo Lafuente es "muy importante" para el Estado –los 29,7 millones, que se irán abonando en once anualidades (hasta 2032)– es, dijo, "para una cosa que no tiene precio".
Jose María Lafuente es hijo de Agustín Lafuente, nacido en el año 13 en la Cuenca minera. En una entrevista reciente el industrial recordaba que "su madre muere joven, cuando mi padre era un niño de 8-9 años, y eso crea un pequeño derrumbe familiar". Sin formación ni medios, su padre deja Asturias y se va a Madrid en los años de la República y acaba trabajando de meritorio en la editorial Zenit, vinculada a los pensamientos y movimientos revolucionarios. Milita en en el Partido Obrero de Unificación Marxista, lo que acabará marcando su vida tras la guerra civil.
Sin formación ni medios, su padre deja Asturias y se va a Madrid en los años de la República y acaba trabajando de meritorio en la editorial Zenit, vinculada a los pensamientos y movimientos revolucionarios
En un peligroso intento de huida hacia Francia, Agustín Lafuente acaba por tener que volver a su casa en las Cuencas enfermo de bronquitis. En Asturias se casa con María Llano y según los recuerdos de su hijo, "empiezan un periplo un poco dramático por varios pueblos de Asturias hasta que un tío que tenía una incipiente mantequería en Pola de Gordón les da ocupación. Allí aprenden el oficio y ahí es donde nace el grupo Lafuente". Tras años y aprendizaje y trabajo abren una quesería en Lugo y de ahí, recién nacido José María Lafuente, se trasladan a Cantabria, donde la industria va bien y el hijo de los queseros puede estudiar. Y también aprovechar las inquietudes culturales que había "mamado" en una casa donde además de leche había una gran biblioteca.
José María Lafuente entró en la escuela de Caminos pero para disgusto de su madre empezó a trabajar en la fábrica de quesos de la familia de forma interina. El negoció fue a mas, y ahora es la suya una industria con cuatro centros de producción en España y uno en Italia, que da empleo a cerca de 900 trabajadores y es productor para Mercadona y para gran parte de la hostelería española. Con el negocio encarrilado, Lafuente pudo dar rienda a su pasión artística. Esa que ahora pasará a ser la mejor inversión del Ministerio de Cultura de España.
