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Alberto de Mónaco, "muy campechano": así fue su visita a Cantabria y su encuentro con asturianos

El cazaautógrafos de La Fresneda Ander Azcárate se fotografía con el príncipe monegasco, que ayer visitó un centro de arte rupestre de Puente Viesgo

Alberto II de Mónaco, con chaqueta roja, recibe un obsequio durante su visita al futuro Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo. | Europa Press

Alberto II de Mónaco es "campechano del todo". Lo dice el cazaautógrafos de La Fresneda Ander Azcárate, que ayer viajó hasta Cantabria, junto a dos amigos asturianos, Juan José Pérez y Javier Alonso, para ver al príncipe monegasco durante su visita al futuro Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo y a las cuevas del Monte Castillo. Tras el recorrido, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, anunció que el nuevo equipamiento cultural llevará el nombre de Alberto I de Mónaco, el tatarabuelo del actual soberano del Principado. "Es un gran honor y una gran felicidad. Os lo agradezco infinitamente", reaccionó el príncipe, que sorprendió al público pronunciando las primeras palabras de su discurso en castellano.

Para Azcárate, el de ayer fue su tercer encuentro con Alberto de Mónaco. El primero, recuerda, se produjo en 2008 en la Expo de Zaragoza, y el segundo, en 2010 en Puente Viesgo, el mismo lugar de la visita de este domingo. "Me enteré de que venía y como Cantabria queda aquí cerca, decidí ir con unos amigos. Y a la primera nos atendió", señala el tenaz buscador de autógrafos y compilador enciclopédico de famosos, que ya lleva más de 10.000 rúbricas de celebridades. Además de foto, ayer hubo autógrafo del soberano monegasco. "Llevé la fotografía que tenía con él en la Expo de Zaragoza. Fue muy accesible, como ocurrió las otras dos veces. Es un hombre campechano del todo", contó Azcárate a LA NUEVA ESPAÑA. Sus amigos Juan José Pérez y Javier Alonso también tuvieron oportunidad de fotografiarse con el hijo de Raniero III de Mónaco y Grace Kelly, que acudió al centro de arte rupestre con ropa cómoda, de deporte, y atendió a la salida del equipamiento a varios curiosos.

Ander Azcárate, con el príncipe de Mónaco y el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla.

Aparte de Revilla, en la visita participaron el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga; el consejero de Turismo, Javier López Marcano; el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas, y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología y de Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón. Este último se encargó de ofrecer las explicaciones técnicas durante el recorrido. Alberto II, que recordó que la visita se inscribe en una serie de conmemoraciones sobre los lugares y los sitios que el príncipe Alberto I, su antepasado, visitó y promovió, se mostró "feliz" de ver que en Cantabria "no solo se realizan nuevos descubrimientos cada año, sino que habrá un centro de interpretación en el futuro". "Vosotros sabéis muy bien que (Alberto I) era un hombre al que le gustaban mucho las ciencias y estaba muy interesado en la antropología prehistórica", pronunció ya en francés. En ese sentido, destacó que en sus escritos se ve "que buscaba, con todos los especialistas que le rodeaban, reencontrar la verdad del origen de la humanidad, de los primeros seres humanos".

Por todo ello, Alberto II de Mónaco aseguró que estaría "muy feliz" de poder volver a Cantabria para la inauguración del Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo. "El señor presidente ya me ha invitado, muy generosamente y muy gentilmente, a venir a la apertura de este centro y por supuesto que, si el tiempo me lo permite, estaría muy feliz de volver para esta inauguración", manifestó. El príncipe, que almorzó este sábado con el rey Felipe VI, tiene lejanos ancestros asturianos ligados al apellido Mier de las Peñamelleras. Pese a ello, Alberto II de Mónaco solo estuvo una vez en Asturias y de eso ya pasaron más de treinta años. Fue en 1989, cuando participó en el jurado del premio "Príncipe de Asturias" de los Deportes. Aquel galardón se lo llevó el jugador de golf Severiano Ballesteros.

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