La inteligencia emocional sube a escena en un musical infantil

"Las voces de Wilbur" enseñará el sábado en el Auditorio de Pola de Siero cómo "gestionar las emociones de forma natural"

Por la izquierda, Celia Arias, Sonia Reig y Verónica Pérez.

Por la izquierda, Celia Arias, Sonia Reig y Verónica Pérez. / Tino Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

"Las voces de Wilbur", una valiente propuesta de musical infantil que aborda la inteligencia emocional, tendrá su estreno nacional el sábado en el Auditorio de Pola de Siero a las 18.00 horas. Escribe y dirige Sonia Reig, que también se encarga de la música y la coreografía. No podrá encarnar por motivos profesionales a "Alegría" y será sustituida por Marián Zapico. Con ella, Celia Arias ("Enfado") y Verónica Pérez ("Tristeza"). La obra está dirigida a un público familiar de 3 a 12 años.

Se trata de un viaje de 55 minutos hacia el interior de las emociones del pequeño Wilbur. "Alegría", "Enfado" y "Tristeza" ponen voz a las interioridades más profundas de Wilbur a través de las canciones, coreografías y juegos interactivos. Son su guía para encarar los acontecimientos de su sexto cumpleaños. La personificación de estas tres emociones básicas ayudará al público infantil a comprender y conectar con ellas divirtiéndose.

"Las voces de Wilbur", explica Reig a LA NUEVA ESPAÑA, "son algunas de las voces interiores de un niño de cinco años, en este caso las voces de ‘Alegría’, ‘Enfado’ y ‘Tristeza’. Ellas nos cuentan en la obra que un día en la vida de un niño es un día lleno de emociones, lleno de sorpresas y la personificación en escena de esas emociones nos descubrirán lo que está sintiendo Wilbur en cada momento. ‘Alegría’ es el personaje que más facilidad tiene para entender el mecanismo emocional y la encargada de guiar a ‘Enfado’ y ‘Tristeza’ a través del día de su cumpleaños".

Los espectadores se encontrarán "con un universo interior, lleno de música, color, amor, amistad y juegos. Todo ello confeccionado para que a lo largo de un día entero de cumpleaños, el público pueda entender el recorrido emocional de una forma divertida, sencilla y práctica". El interior del pequeño Wilbur es "como el interior de cualquier niño de su edad pero con unas circunstancias que son las que a él le mueven. Y todo lo que él espera que ocurra en su cumpleaños no ocurrirá de la forma que él esperaba".

La inteligencia emocional en la obra, según Reig, "nos enseña a ver a las emociones cara a cara, a normalizarlas y a gestionar de una forma natural. Entendiendo que las emociones son necesarias para el crecimiento y autoconocimiento. La historia podría ser la de cualquier niño. Un día de cumpleaños, muchas emociones..."

¿A los adultos también les concierne lo que ocurre en el escenario? Sonia Reig afirma que sí porque "ellos pueden usar a los personajes como herramienta para explicarles más cosas en casa, y si surgen preguntas, siempre nos pueden referenciar".

De "Alegría", "Enfado" y "Tristeza" se pueden aprender muchas cosas, asegura la escritora y directora y actriz, siempre y cuando se las vea "como parte de un equipo. Ellas te hacen crecer, evolucionar".

El contenido musical de "Las voces de Wilbur" es una parte esencial de la propuesta, y es que, según la creadora de a función, "la música complementa el espectáculo porque ayuda a traspasar las emociones de los niños alegrándoles el corazón".

Hay una frase en la obra que Sonia Reig considera un buen resumen del mensaje que acoge: "Tenemos que entendernos y ayudarnos".

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