El catalán de Mallorca llega a Cambridge para demostrar su riqueza

El catedrático de la UIB Nicolau Dols analiza 12 ‘rondalles’ de Francesc de Borja Moll en una obra publicada en la prestigiosa universidad inglesa

El catedrático de Filología Catalana Nicolau Dols en una imagen de archivo.

El catedrático de Filología Catalana Nicolau Dols en una imagen de archivo. / B.RAMON

Irene R. Aguado

El catalán es una lengua rica en recursos y elementos expresivos, al igual que muchas otras lenguas europeas. Es una de las principales hipótesis que demuestra el catedrático de Filología Catalana de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Nicolau Dols, también presidente de la sección filológica del Institut d’Estudis Catalans (IEC), en su aportación al libro Expressivity in European Languages (Expresividad en las Lenguas Europeas en castellano), publicado por la Universidad de Cambridge.

El volumen lo ha editado el profesor y doctor de la Texas Tech University Jeffrey P. Williams con las aportaciones de un equipo de académicos destacados, entre ellos Nicolau Dols, con el objetivo de probar que las lenguas europeas son igual de ricas en lo que se refiere a expresividad, es decir, la capacidad que tienen de transmitir estados de ánimo, sentimientos o emociones a través de recursos como las onomatopeyas, los gritos o las imitaciones.

Con este objetivo, Williams ha utilizado de ejemplo idiomas tan diversos como el húngaro, el turco, el italiano, el vasco o el catalán, y más especialmente, el catalán que se habla en Mallorca de la mano de Dols. "Es una alegría que nuestra lengua forme parte de proyectos de estas características", comenta el filólogo a este diario.

En concreto, en el capítulo ocho del libro, el profesor de la UIB ha analizado un corpus de 12 ‘rondalles’ mallorquinas de Francesc de Borja Moll con la particularidad de que el texto es oral, no escrito, puesto que se retransmitieron en la radio en los años 1959 y 1960 en la isla y tuvieron "un enorme éxito de audiencia", explica Dols. Con expresiones como ‘señorim, señoram i señorum’, ‘tris tras’ (para imitar el sonido que se hace al andar) o ‘zas zas’ (al trepar), el filólogo hace un recorrido por los distintos elementos expresivos, que además comprenden el estudio del tono de voz, la intensidad del habla o incluso la velocidad de palabras por minuto, parámetros que también expresan emociones y sentimientos al hablar.

"Normalmente, los elementos lingüísticos no tienen una relación directa entre la palabra y la cosa designada. Pero también existen elementos icónicos, eso quiere decir que hay una vinculación física entre el significado y la forma", explica Dols. Se ve claro, por ejemplo, en el ‘ay’ de un grito de dolor o en el ‘crac’ de una rama que se quiebra, e incluso la intensidad o el volumen con la que el emisor imita ese sonido. Ese tipo de elementos son los que ha analizado el profesor de la UIB con un material que procede en su mayoría del diccionario catalán-valenciano-balear publicado en el siglo XX.

Todo esto, señala Dols, con el fin de desmentir el prejuicio de ciertos sectores de la lingüística que afirma que las lenguas africanas y asiáticas son más ricas en elementos expresivos que las europeas. El catalán (la variedad que se habla en Mallorca) será uno de los idiomas que probará lo contrario a través de su fonología en el libro publicado por la prestigiosa universidad inglesa.

"Ha sido un trabajo largo y complicado, pero la tecnología ha ayudado mucho a transcribir y segmentar los archivos de sonido", recuerda el filólogo sobre el proceso de investigación. "Desde que el proyecto se concibió y me invitaron a sumarme hasta que se ha publicado este septiembre han pasado unos dos años", comenta el catedrático, que ha aprovechado que lidera el corpus oral de la lengua catalana para utilizar parte de ese material.

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