Interpreta a Ana Ozores en la ópera "La Regenta" | María Miró Soprano lírica

"Ana Ozores me ha dado muchísimo; ha sido un viaje emocional enorme"

"Que no haya referentes de esta ópera nos ha permitido arriesgar bastante en esta producción"

El agradecimiento de Amelia Valcárcel

El agradecimiento de Amelia Valcárcel / A. Rubiera

A. Rubiera

A. Rubiera

La soprano lírica Ana Miró da vida a Ana Ozores en "La Regenta" operística que acaba de ver la luz en Madrid. Está contenta tras el estreno del martes, que dice que "fue muy bien, con muy buena acogida. Estamos felices después de haber podido estrenar tras el duro trabajo realizado".

–¿Cómo ha llevado convertirse en Ana Ozores?

–Estoy muy agradecida. Es mi tercer estreno mundial –el primero fue "Fuenteovejuna", en Ópera de Oviedo, en 2018– y considero que es una suerte poder dar vida a Ana Ozores en "La Regenta". Estoy muy ilusionada con el proyecto y siento que es una responsabilidad poder dar vida a este personaje que me ha dado muchísimo. Espero que la gente se emocione con nosotros, conmigo y con Ana Ozores. Además, el hecho de que sea un estreno mundial y no haya referentes me hace gozar de una libertad creativa sin precedentes, y eso permite arriesgar. Todos hemos arriesgado bastante en esta producción.

–¿Cómo es el rol?

–Es complejo ya que Ana Ozores es un personaje complejo. Lo he visto como un reto artístico para mí. Ha sido un viaje emocional enorme, ya que es un personaje que pasa por muchísimas contradicciones. Que siente tristeza, soledad, muchísimo dolor porque es una mujer que está falta de cariño... Es una mujer joven romántica que quiere ser amada, comprendida, y por eso encuentra a su amigo del alma, el Magistral, y siente deseo hacia Mesía. Y que tiene a toda Vetusta intentando que caiga, que no sea la casada perfecta que ella es. Y al final acaba cayendo en el abismo. Pero para mí es una mujer con un espíritu puro, una romántica. Y por todos estos estados por los que pasa es por lo que digo que ha sido un gran viaje emocional.

–Y exigente.

–Con el personaje estoy toda la hora y media que dura la obra en escena. Nunca salgo. Me ha permitido crecer artísticamente en lo vocal y en lo actoral.

–¿Y eso?

–Porque es una ópera que no es convencional y donde la parte actoral tiene mucha relevancia. Y en lo vocal Marisa Manchado ha creado una obra con un lenguaje moderno, complejo, que transmite muy bien la atmósfera opresiva de la novela. Con momentos de gran belleza; por ejemplo, al final tengo un soliloquio, un dúo con un violín, que refleja la soledad de la Regenta, y un dúo con Álvaro Mesía precioso. También hay momentos angustiantes donde se muestra toda la opresión de Vetusta.

–¿Cómo es vocalmente?

–Mi rol tiene bastantes saltos interválicos, melismas, cromatismos... es complejo de cantar, con una tesitura amplia desde bastantes graves a bastantes agudos. Pero la música está a favor del drama, igual que la puesta en escena, que es fantástica y le va muy bien. Todo está al servicio del drama. Y vocalmente hemos buscado una pureza de sonido que emane de las emociones. Que no sea el cantante de opera el que canta, sino el personaje con lo que siente. Y si siente tanta tristeza que se le rompe la voz, eso es bueno, está a favor del drama y la emoción.

–¿Y la labor de Amelia Valcárcel con el libreto?

–Ha hecho un gran trabajo sintetizando mil páginas a un libreto de hora y media, que es lo que dura la ópera de cámara, con 17 instrumentos. Ha hecho un trabajo de síntesis yendo a lo más importante de la trama.

–Se ha elogiado la puesta en escena.

–Porque transmite muy bien. Son tres paredes negras, con una chaise longue en medio. Yo estoy siempre presente en ese espacio que es como una cárcel para Ana Ozores. El resto de personajes están como en un nivel superior y desde allí solo hablan de la Regenta. Es una versión un tanto onírica y opresiva. Tiene también mucha importancia el vestuario, de Clara Peluffo, con seis cambios en escena, muy coloristas, que tienen gran relevancia, porque ya que no hay cambio de escenografía lo hay de vestuario.

–¿Qué cala al final en esta Regenta operística?

–Los conceptos universales que están siempre presentes: el machismo, la hipocresía, la maldad, la manipulación, también el deseo, los celos y la soledad.

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La filósofa Amelia Valcárcel recurrió a sus redes sociales para agradecer ayer el apoyo obtenido por la ópera "La Regenta": "Ayer –por el martes– Marisa Machado y yo pudimos culminar un trabajo de años. La Regenta ya existe como ópera. Pido disculpas a quienes coincidisteis conmigo, porque estaba yo que mordía hasta al aire! Vuelvo a ser un ser... relativamente paciente. Muchísimas gracias por el apoyo y simpatía".

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