El nuevo rey de París es un poeta canadiense

El asturiano Nacho Artime comparte confidencias con Luc Plamondon, autor de dos veteranos musicales que revientan taquillas en la capital francesa

El asturiano Nacho Artime comparte confidencias con Luc Plamondon

El asturiano Nacho Artime comparte confidencias con Luc Plamondon

Nacho Artime

El teatro musical me ha llevado a París, y como en las famosas memorias del gran Ernest Hemingway, aquella ciudad sigue siendo una fiesta. Cien años después conserva ese aire eterno de ser considerada la ciudad más bella del mundo. Pese a los parisinos. Y a pesar de esa especie de rencor, yo lo llamaría franquista, que manifestaron desde siempre a los españoles. Y que por fortuna lentamente se va diluyendo.

París tuvo desde siempre un extraño rechazo hacia el teatro musical. Siendo la capital mundial del cabaret, del can can, del nudismo, del jazz y tal vez de la ópera, no quiso saber nada de los musicales que triunfaban en todo el mundo. Hasta tal punto de que uno de los musicales de mayor éxito de la historia y que nació en París, fue un fracaso absoluto cuando regresó a su patria obligado por los años que llevaba en Londres y Broadway en loor de multitud. En Londres ha cumplido 35 años ininterrumpidos. Me estoy refiriendo a “Los miserables”, de gran éxito incluso en Madrid.

Más los tiempos han cambiado. París ama hoy los musicales de un personaje de curiosa y peculiar personalidad, que acaba de cumplir 80 años, y que nació en el Quebec tan francés de Canadá. Se llama Luc Plamondon y es de profesión poeta. Fue siempre su amor, escribir musicales y letras de canciones. Y es asombroso caminar con el por la gran ciudad porque todo el mundo le conoce, le saluda y le pide autógrafos como si fuera una superestrella del rock. Que en realidad es lo que es. Sabido es como los franceses adoran a sus ídolos, a diferencia del casi desprecio que tenemos los españoles con los nuestros. Aunque los tiempos también están cambiando.

"Starmanía" cumple 45 años

Luc tuvo la brillante idea, hace ya nada menos que 45 años, de escribir su primer musical con un gran pianista que sí era una estrella del rock. Se llamaba Michel Berger y estaba casado con otra: France Gall, aquella niña tan mona que ganó un festival de Eurovisión con una canción muy popular, “Muñeca de Cera”. Y que hacía canciones para otra gran estrella del rock francés: Johnny Hallyday. Con tanta estrella, nació el primer hit de un musical en la ciudad que detestaba a los musicales y que el tiempo lo fue convirtiendo en un clásico. Michel era un gran tipo y tuvo la mala suerte de morir aun muy joven mientras jugaba al tenis. Pero como los franceses aman tanto a sus ídolos, hoy es popularísimo. Nos hicimos muy amigos y hasta estábamos planeando un musical, rock “of course”. Y con Luc como nuestro poeta.

Pasan los años, y de alguna manera “Starmania” renacía. Al contar una historia de un mundo futuro, cada año se acercaba más a la realidad hasta el punto de que lo que Luc inventó parece escrito hoy mismo.

Por eso un productor francés decidió el año pasado hacer un nuevo montaje del eterno hit con muchos medios y estrenarlo en probablemente el mejor nuevo teatro del mundo. Es un espacio precioso y espectacular construido en una isla del Sena al norte de la ciudad que se llama “Le Seine Musicale”. Y que cuenta con una capacidad totalmente inusual: 5.500 espectadores. Y con una acústica asombrosa. Fue idea de un famoso arquitecto japonés, Shigeru Bany. Una pasada.

Como lo es el montaje de la nueva producción, obra de un joven director francés que se llama Thomas Jolly, y que al llevar un montón de premios ha sido nombrado director de todos los espectáculos de las Olimpiadas de este verano en París.

La vuelta a l teatro del hit del año pasado es aun más enorme. Ya han vendido todas las entradas hasta finales de enero y eso que la mitad de las butacas están al “asequible” precio de 150 euros. Todo un gran suceso, como había pasado en su triunfal gira europea. Espero que pronto la podamos ver en España. Yo ya he hecho con todo el cariño posible mi adaptación al castellano. Espero que nuestro público reciba con el mismo entusiasmo a tan espectacular musical.

"Notre Dame de París" llega al cuarto de siglo

Y por esas cosas de la vida, justo el mismo día vuelve a París la grandiosa obra de no menos grandioso Víctor Hugo, una de las novela más populares y vendidas de todos los tiempos. Se estrenó hace nada menos que 25 años y es uno de los musicales ms comerciales de la historia. Traducido a 12 idiomas, se ha estrenado en medio mundo, España Incluida, puesto que fuimos hace 23 años el primer país en hacer el montaje. Fue en Barcelona y fue tambien un éxito notable en un Palacio de Deportes. Por una serie de circunstancias la obra, de gran producción y dificultades, no se estrenó en Madrid.

No había pasado nunca que dos obras de estas dimensiones volvieran a la vez a París. “Notre Dame”, al sitio de su estreno, un gran teatro no menos fantástico con 3.000 butacas, y empotrado en un edificio espectacular de 25 pisos en el centro de la ciudad, no lejos del Arco Del Triunfo. Todo el local como conjunto se llama Palais de Congress.

Y allí nos volvimos a encontrar tras 25 años con los viejos amigos de aquella hazaña que aún está viva. La historia de Esmeralda y Quasimodo sigue igual de conmovedora, y tanto la adaptación de Luc Plamondon de la historia y las letras de las canciones como la música del grandioso genio Ricardo Cocciante pasarán a la historia del musical, que ya ha sido visto en medio mundo por mas de 25 millones de espectadores. Y de nuevo en París, ya no hay localidades para su nueva temporada. Todo un fenómeno.

Luc y la torre Eiffel

Luc tiene la suerte enorme de vivir en un dúplex con vistas a la maravillosa Torre Eiffel, en pleno Campo de Marte. O sea, que casi se toca con la mano. Cuando voy a París, siempre cumplimos la ceremonia de ver cómo a las 8 de la tarde esa hermosa torre cambia en unos segundos con una iluminación deslumbrante. Dudo que haya en el mundo un espectáculo similar. Y con unas copas en el balcón, cegados por la iluminación, suregn conversaciones que quedan grabadas para siempre.

Luc es un viajero tambien inaudito. Tiene casas por medio mundo y depende de la época y del buen o mal tiempo. Va de aquí para allá con su aspecto de rockero que alterna con lo de ser y tener alma de poeta. Y de ser por encima de todo una bellísima persona. Por eso no me extraña que sea el Rey de París. Gracias por tu hospitalidad, amigo.