"Negar la violencia machista es un retroceso y protege al maltratador"

Rosa Elena García Prado sabe bien cómo funciona desde dentro la asistencia a víctimas de violencia de género. Desde 1988 hasta 2021 trabajó como abogada en el Centro Asesor de la Mujer de Avilés, un espacio gracias al cual se han realizado notables avances en esta materia, aunque no sin esfuerzo. Ayer, ofreció una charla para abordar esta problemática en el palacio de Valdecarzana dentro de las jornadas de la eliminación de la violencia hacia las mujeres organizadas por la asociación de vecinos "Pedro Menéndez".

–Usted que conoce desde dentro cómo funcionan las instituciones en materia de violencia de género, ¿cree que se hace lo suficiente?

–Todo lo que hemos conseguido ha costado y cuesta muchísimo. Sobre todo, se necesita ayudar a las víctimas de violencia de género y a sus hijos con personal especializado, sin revictimizarlas. Hay demora en la emisión de informes fundamentales y no se puede animar a que denuncien sin poner medios para que proteger a esas mujeres. Así que, aún queda mucho por hacer.

–¿Con que recursos cuentan las víctimas en Avilés?

–Las mujeres cuentan con una casa de acogida y un servicio de teleasistencia –que es un dispositivo que tienen las víctimas por si su agresor supone una amenaza inmediata–; en 2003 creamos una comisión para coordinar a todos los profesionales que intervenían en un caso de violencia de género: policía, sanitarios, la casa de acogida y uno de los servicios que más nos costó conseguir, la atención psicológica por parte de una psicóloga clínica especializada para las víctimas de violencia de género.

–Sin embargo, estas herramientas fallan a veces.

–Si estos mecanismos de protección no cuentan con personal especializado y con formación en violencia de género es más fácil que fallen.

–¿Qué supone que haya partidos políticos que nieguen la violencia de género?

–Es muy grave, es un retroceso enorme. Negar la violencia hacia las mujeres protege a los maltratadores y priva a las mujeres de libertad, respeto y capacidad de decisión. Además, detrás de todo esto solo se busca reducir los recursos dedicados a las víctimas.

–Según el barómetro "Juventud y género 2023", ha aumentado el número de jóvenes que cree que la violencia machista, "aunque está mal, siempre ha existido y es inevitable".

–Es un dato alarmante. Si no se trabaja con las nuevas generaciones para que cambien su idea acerca de la violencia de género al final serán hombres agresores y mujeres víctimas.

–¿Se puede dar un giro a esta tendencia?

–No basta con hacer campañas puntuales de concienciación en los colegios, también hay que trabajar a diario con las familias porque son una parte imprescindible de la ecuación.

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