El 25N decimos: "¡Se acabó!"

Ante la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres

Marisa Ponga

Marisa Ponga

Cada 25 de noviembre nos enfrentamos a la expresión más radical y luctuosa de la violencia contra las mujeres. Salvo minorías extremas negacionistas, afortunadamente hay una mayoría social y política que la rechaza. Hay un peligro evidente con la entrada en los gobiernos, de la mano de la derecha tradicional, de quienes abanderan ese negacionismo, pero la alarma social ante los asesinatos machistas existe y está generalizada. No tanto lo está la conciencia crítica ante las causas que desembocan en esta violencia.

A pesar de los avances y esfuerzos pedagógicos de instituciones y organizaciones de mujeres, todavía no ha calado de manera suficiente el hecho de que este ataque a las mujeres tiene una base cultural atávica y enraizada profundamente. Se llama violencia de género y se origina en un sistema basado en el control y dominio sobre la mujer: el patriarcal.

Cada 25 de noviembre denunciamos los asesinatos y damos voz a las víctimas. Este año han sido asesinadas 53 mujeres, dejando 48 menores huérfanos. También lo han sido un niño y una niña por violencia vicaria.

Y en el día a día, las instituciones, cada una en su rol competencial, se encargan de aplicar el sistema integral de protección a las víctimas regulado en la Ley Orgánica 1/2004, que logró que la violencia de género dejara de ser un delito invisible. Al que se une la Ley Orgánica 10/2022, que ha construido un nuevo sistema integral para proteger de manera transversal de la violencia sexual.

Pero, más allá de ejercer las obligadas competencias, podemos observar en el devenir diario de las instituciones una diferente manera de posicionarse y ejercer esa conciencia crítica a la que aludía. Acostumbro a observar de qué hablan cuando hablan nuestros alcaldes y alcaldesas en el ejercicio de su acción política. Observo lo que dicen y lo que nunca o casi nunca mencionan. Hablan de sus prioridades y las prioridades son diversas. Y sí, echo en falta en Oviedo, en mi municipio, un discurso en el día a día que muestre que los derechos de las mujeres son una prioridad.

Las y los socialistas ovetenses reafirmamos nuestro compromiso y nos alineamos con las asociaciones de mujeres y el movimiento feminista en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, el 25 de noviembre y todos los días del año. Decimos con ellas #SeAcabó el tolerar en silencio abusos que aún forman parte de lo cotidiano y pedimos que se visibilice de una manera valiente y comprometida la defensa de las mujeres a lo largo de todos los días del año.