La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ban, en el colegio Auseva de Oviedo: "Es importante trabajar para los que sufren, todo el mundo puede hacer algo"

El arquitecto, "emocionado" por el interés de los jóvenes por su oficio, comparte sabiduría y vivencias en un encuentro con estudiantes

Shigeru Ban, de pie entre Alfredo Estébanez y Nicasio González, a su llegada al salón de actos del colegio Auseva de Oviedo. | Irma Collín

El arquitecto japonés Shigeru Ban, premio "Princesa" de la Concordia, se dejó agasajar ayer, bien temprano, en el colegio Auseva de Oviedo. A cambio, correspondió con amabilidad, alguna confidencia e interesantes reflexiones sobre su oficio. Llegó con su esposa, Masako Ban, y juntos accedieron al interior del centro por un pasillo formado por niños con banderines de España y Japón. Su primera parada fue en la sala de profesores, para ver y analizar los proyectos que estudiantes de distintos lugares de Asturias habían realizado inspirados en su trabajo. "Estoy emocionado, por estas maquetas tan hermosas y por el interés por la arquitectura que muestran estos jóvenes", admitió.

Ban, acompañado por el director del Auseva, Nicasio González, y por su profesor de Plástica, Alfredo Estébanez, fue conducido hasta el salón de actos, donde intercambió preguntas y respuestas con estudiantes de secundaria y bachillerato. Además de los del centro ovetense, le esperaban allí los de la Escuela de Arte de Oviedo, del Patronato San José de Gijón, del colegio La Corolla de Gijón y de los institutos de Corvera, el Doña Jimena de Gijón y el de La Fresneda en Siero. El nipón les habló de cuestiones técnicas por las que se interesaron: sobre sistemas de aislamiento, del uso del cartón en sus construcciones. "El papel se puede manipular, se puede hacer muy fuerte y en los terremotos es más resistente. La fuerza del material no tiene que ver con la fuerza del edificio", les explicó; y les hizo ver que lo más sólido no tiene por qué ser lo más duradero: "En las grandes ciudades se construyen edificios de hormigón, luego se derriban por razones comerciales; sin embargo, otros, con materiales endebles, se mantienen a lo largo del tiempo porque son confortables para quienes los habitan y no pesa sobre ellos ningún interés comercial".

Shigeru Ban habló de su manera de entender la arquitectura. "La gente con dinero y poder se hace monumentos para demostrar que tiene dinero y poder, pero es importante trabajar para los que sufren. La arquitectura puede hacer muchas cosas por ellos, todo el mundo puede hacer algo", declaró. Ban ganó el premio "Priztker", comparable a un Nobel de arquitectura, en 2014 y formó parte de su jurado. Ayer dijo "alegrarse de que se haya abierto a arquitecturas más comprometidas con los problemas de la sociedad" y, por la misma razón, manifestó su agradecimiento por la concesión del "Princesa" de la Concordia.

Ban, inclinado, contempla las maquetas que los estudiantes realizaron inspirados por su arquitectura. | Irma Collín

Compartió algunos episodios divertidos, como la apertura de su delegación en París, que construyó en papel sobre el tejado del Pompidou con la ayuda de un alumno que viajó con él desde Japón. Tardaron tres meses en hacerla, con las mejores vistas de la ciudad, y la mantuvo allí durante seis años. "Mis amigos tenían que pagar un ticket para subir a verme porque formaba parte de la exposición", contó.

Tras una hora de charla distendida, Ban salió del Auseva en dirección al hotel de La Reconquista con un par de libros de arquitectura y unos dulces, con los que fue obsequiado por los asistentes.

Compartir el artículo

stats