Alberto: "He demostrado mi profesionalidad"

"Me emociono porque es un momento duro". Alberto pasó apuros para contener las lágrimas en su despedida ayer como jugador del Sporting. El barcelonés puso fin a tres años en Gijón, donde ha buscado una salida al no entrar en los planes de Abelardo, tras llegar a un acuerdo con el club para la rescisión de los le quedaban dos años de contrato que le restaban. Deja el conjunto rojiblanco para incorporarse al Getafe, por las próximas dos temporadas, con opción a una tercera, donde intentará conseguir más protagonismo y sumar a su currículum un nuevo ascenso. "Me voy satisfecho por mi rendimiento y por haber alcanzado objetivos importantes. Vine con el objetivo de subir a Primera y lo conseguí. Creo que, en el día a día ha quedado, demostrada mi profesionalidad", subrayó el catalán.

"Tengo que dar las gracias a los trabajadores del club, a mis vecinos, a la afición, porque era mi familia, a mi hijo y a mis compañeros, porque muchos de los que no están son ya íntimos amigos y los que se quedan son grandísimos amigos", detalló Alberto, en un extenso agradecimiento hacia todos aquellos con los que ha compartido las tres temporadas en las que ha vestido de rojiblanco. Lo hace consciente de que, a pesar de que no era uno de los jugadores del vestuario con más años en la entidad, pronto se ganó el cariño de futbolistas y seguidores. "En el momento más delicado de la entidad, mis compañeros decidieron que fuera uno de los capitanes. Hoy puedo decir que ellos están en Primera y en una posición económica más favorable", añadió como una de las aportaciones de las que se siente más orgulloso.

La emoción de Alberto en su adiós del Sporting comenzó cuando recordó el momento de su presentación como futbolista rojiblanco. "Cuando me senté aquí estaba mi padre, a quien le he dado el orgullo de jugar en el Sporting, porque su hermano vivió y falleció aquí. Ése es el motivo principal por el que vine", afirmó. Un gesto al que acompañó la seguridad de sentir que lo ha dado todo por la camiseta y por la consecución de los éxitos con los que pone fin a esta etapa, en la que ha tomado parte en el ascenso a Primera y la permanencia. "Que nadie olvide que me pasé un año entrenándome con los porteros de la cantera", deslizó sobre su participación en la preparación de los jóvenes jugadores de Mareo, con el ánimo de mostrar su compromiso con la entidad.

Alberto se marcha con la espinita de no haber contado con la confianza de Sandoval, primero, y Abelardo, después, ya que ambos se decantaron por Cuéllar como primera opción para la portería. Inicia en Getafe un nuevo reto después desechar otras ofertas de Segunda, entre ellas, la posibilidad de regresar al Córdoba, el club desde el que llegó a Gijón.