La boutique del Sporting, tras su remodelación, abrió sus puertas ayer a las diez de la mañana para recibir a los aficionados sportinguistas más madrugadores con las nuevas camisetas en sus escaparates. Algunos llegaron a las ocho, otros a las nueve, y así hasta formarse una considerable cola que provocó largas esperas.

Los aficionados sportinguistas que se reunieron en torno a la tienda de El Molinón compartían el mismo objetivo: hacerse con la nueva camiseta que lucirá el Sporting esta temporada, que vestirá por primera vez la indumentaria diseñada por la marca estadounidense Nike.

Pese a que a priori parecía que la camiseta negra era la favorita y la reticencia que mostraban los sportinguistas ante la espalda roja en vez de rojiblanca ambas "se han vendido a partes iguales aproximadamente", según las dependientas de la boutique.

Eso sí, ante la duda que invadía a más de uno sobre cuál comprar, algunos se hicieron con las dos. Este es el caso del pequeño Jordán Suárez, que llegó vestido con la camiseta amarilla de Kappa y el dorsal de Halilovic en la espalda, pero dispuesto a cambiarse allí mismo. Al llegar, comprobó que no tenían la zamarra negra disponible en su talla, así que decidió llevarse los pantalones de esa equipación y la camiseta rojiblanca a la espera de que le llegue la camiseta negra para tener la equipación al completo. "No sabría decirte cuál me gusta más porque me encantan las dos. Pero sin ninguna duda me quedo con Nike, creo que hemos ganado con el cambio", confiesa el joven sportinguista, que estaba acompañado de su padre, Kike Suárez. Él, por su parte, adquirió la rojiblanca porque "me parece preciosa y no me molesta el detalle de la espalda roja", confiesa.

Por otro lado, Claudia Penayos, enfundada en la elástica del Betis, compró "la camiseta negra y el chubasquero". Sin embargo, su hermano pequeño, Diego Penayos, tendrá que esperar para sumar la camiseta negra a su colección ya que no había talla de niño por la mañana. Y los hay que aprovecharon el primer día "para hacer un regalo", como Alejandro Pérez: "He comprado la rojiblanca para un familiar que vive en Cataluña, pero quería dársela con el dorsal de Sergio Álvarez, que es su favorito, pero hasta el miércoles no llegará la serigrafía". Precisamente este fallo ha sido uno de los inconvenientes del día, puesto que muchos de los sportinguistas querían llevar a la espalda de la nueva camiseta el nombre de su jugador favorito.

Las camisetas diseñadas por Nike, pese a su precio: 63,75 euros para abonados y 75 euros para el resto de aficionados, han iniciado bastante bien su aterrizaje en Gijón. De hecho, el club incrementó el número de dependientes, que cuando abrieron las puertas ya estaban preparados para recibir a La Mareona y poder así atenderles y asesorarles en esta nueva etapa que comienza el Sporting en lo que al merchandising se refiere. Además, también se situó a una persona de seguridad en la puerta de la tienda para controlar la "marabunta" sportinguista y evitar aglomeraciones innecesarias dentro de la tienda.

El cambio ha gustado mucho en Gijón, un cambio que se empezará a notar en sus calles en los próximos días ya que ahora serán rojiblancas y negras a partes iguales. Eso sí, hasta el 21 de agosto no podrán lucirlas en El Molinón.