En pleno inicio de Semana Santa, afronta el Sporting en un día tan extraño para el fútbol como es un lunes, un partido para el que ya no existen calificativos, pues se han ido agotando todos a medida que el equipo iba complicando su situación durante la temporada, en una suerte de Vía Crucis, que hace que el partido de Anoeta pueda significar nuestra crucifixión definitiva. Saber si después habría o no una nueva resurrección, es algo por lo que la mayoría de los sportinguistas preferiría no tener que volver a pasar. Aunque es bien sabido que si fuera por fe de esta afición por lo que se sumaran puntos, el Sporting no se bajaría nunca de los puestos de Champions.

Así que con las bajas ya conocidas en línea de ataque de Traoré y Cop (realmente es al croata a quien más se echa en falta), más las de Douglas y Cases, todas ellas por lesión, el Sporting llega a San Sebastián con la única consigna de ganar o ganar. Como cantaban Los Héroes del Silencio en su canción Parasiempre, "la derrota no es una opción; y no hay excusas". Es lo que ocurre cuando uno no hace los deberes cuando debería haberlos hecho, como sin ir más lejos ocurrió en el último partido en El Molinón. O contra el Deportivo, o contra el Alavés, o contra el Eibar, todos ellos en casa. Sí; cierto que los dos equipos vascos están haciendo una temporada espectacular (¡qué envidia de gestión en ambos casos!), pero conviene recordar que vinieron a nuestro estadio como vinieron (con equipos cargados de suplentes) y a pesar de ello ganaron luego como ganaron: con una autoridad insultante.

Lo de mañana por salirme de los tópicos, no es en absoluto una final. Porque quien gana una final es campeón de algo y quien la pierde, como consuelo, casi siempre triste consuelo, es al menos subcampeón. El Sporting mañana si vence no ganará nada que no sea poder seguir soñando (que no es poco), pero si pierde, ¡ay, si pierde! No quiero ni pensarlo, teniendo además luego a las puertas el partido del sábado frente al Real Madrid. ¿Habría de una vez por todas protesta generalizada contra el palco? ¿O prevalecerá el silencio y el hastío? Porque parece increíble que en una temporada como la que llevamos, con un fracaso tan estrepitoso en la gestión del club, el año esté siendo tan plácido para este Consejo.

Volviendo a la convocatoria del Sporting para el partido frente a una Real Sociedad que en casa, a la vista de sus resultados, no es que tampoco sea un ogro, llaman la atención dos ausencias por decisión técnica. Son las de Lora y Ndi. El mostoleño fue titular además en el último partido, si bien es cierto que motivado por las bajas. Se le notó su tiempo fuera de los terrenos de juego, aunque fue de menos a más. Por su parte el camerunés fue el recurso utilizado para buscar un revulsivo en ataque (cumpliendo su misión), cuando el equipo naufragaba irremediablemente hacia la derrota. Vuelve sin embargo Isma, después de unas jornadas en las que estaba más fuera que dentro.

Así que resulta complicado aventurarse en la alineación que saltará al césped donostiarra, porque tampoco parece claro si conviene arriesgar con un Moi al que se ha echado en falta en los últimos partidos, pero que podría pagar su inactividad en el caso de salir en el once titular. En todo caso, si tuviera que apostar, diría que la alineación no debería diferir mucho de la formada por Cuéllar, Lillo, Meré, Amorebieta, Canella, Carmona, Vesga, Sergio, Moi Gómez, Burgui y Castro.

Vamos a ver cómo se desarrolla el partido y qué actitud muestra el equipo desde el primer minuto. Las derrotas esta jornada de Leganés (varapalo moral la remontada sufrida en Pamplona) y Depor, hacen que todavía haya una pequeña posibilidad a la que hay que aferrarse y por la que hay que luchar sin contemplaciones. Otros parecen haber escapado definitivamente de la quema, como el Málaga, al que el Sporting sirvió como exorcista. Repito: es ganar o ganar y la derrota no es una opción. En caso contrario, por favor, que se vengan andando. Me refiero por supuesto a los que viajen del Consejo y demás ´mandamales´, que no mandamases, que se hayan apuntado a su excursión particular a Donostia a costa del Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva, para más desgracia que nunca, de todo el sportinguismo)

Post Scriptum: de cara a la próxima temporada, ¿a alguien se le ha pasado por la cabeza el nombre de Alejandro Menéndez? También es verdad que habría que saber si al entrenador gijonés, que conoce perfectamente los entresijos de Mareo y lo que se ´cocina´ por ahí arriba, le interesaría meterse en semejante embolado.