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El último Rayo de esperanza

El Sporting tiene que ganar al Granada y que los vallecanos no lo hagan ante el Lugo para poder subir directo en la última jornada | A los rojiblancos les falta un punto para atar matemáticamente la promoción y el Huesca es ya de Primera tras ganar en el Anxo Carro

El último Rayo de esperanza

El último campo en el que Moi Gómez defendió la camiseta del Sporting llevó ayer al alicantino a Primera División. El triunfo del Huesca en Lugo (0-2), con el jugador cedido por los gijoneses como titular, certifica el primer ascenso y deja a los rojiblancos con el Rayo como el único rival a poder cazar en estas últimas dos jornadas en la carrera por el último billete directo a la máxima categoría. El Sporting, cinco puntos por debajo, tiene que ganar a Granada y Córdoba y esperar que el Rayo sólo sume un punto en sus duelos ante Lugo y Nàstic.

A falta de dos jornadas para finalizar el campeonato, sólo cinco de los veintidós equipos pueden afrontar este tramo sin incentivos clasificatorios: el Huesca, que es ya equipo de Primera División; el Lugo y el Reus, con la permanencia ya certificada y sin opciones de meterse en la promoción; y el Lorca y el Sevilla Atlético, ya descendidos a Segunda B. El resto tienen algo por lo que luchar, en mayor o menor medida, bien por arriba o por abajo. Granada y Tenerife, décimo y undécimo, respectivamente, ya piensan en continuar el año que viene en Segunda.

El Sporting se ha encontrado en una situación en la que necesita no ceder ni un sólo punto y que le echen una mano el Lugo y el Nàstic, rivales del Rayo. Los rojiblancos están obligados a superar a un Granada que ya piensa en el año que viene y a un Córdoba que se jugará la vida en el Arcángel en la jornada final. Todo, sin descuidar su situación. Necesita todavía un punto para asegurar, matemáticamente, jugar la promoción de ascenso. Las apreturas de este final de temporada vienen a dar continuidad a las de campañas anteriores en Segunda División. Y es que la temporada pasada, a estas alturas, registraba una situación parecida a la que se vive ahora cuando restan tan sólo dos jornadas por disputarse. En aquella ocasión, el Levante era el equipo que ya disfrutaba del desenlace con el ascenso a Primera logrado matemáticamente. Para resolver el otro billete directo a Primera estaban el Girona, el Getafe y el Tenerife, llevándose el gato al agua, finalmente, los catalanes. Del octavo en adelante tenían posibilidades de poder alcanzar todavía puestos de promoción, mientras que del decimoter puesto para abajo, había peligro de descenso salvo para el Mirandés, el único que ya había consumado la pérdida de categoría.

Un año antes, en la 2015-16, la situación tampoco era muy distinta a la que se vive ahora. Alavés, Leganés y Nástic se jugaban las dos primeras plazas, que fueron a finalmente para los dos primeros. La pelea por la promoción se extendió hasta el décimo puesto, y el descenso estaba, como ahora, con dos conjuntos ya descendidos: Albacete y Athletic B. Otros seis equipos peleaban por no ocupar los otros dos puestos de castigo.

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