Un vídeo en el que se resume todo: el plan, la ejecución y la sorpresa de quienes descubrieron la camiseta antes que nadie. El Sporting compartió en imágenes el desarrollo de la campaña pensada para dar a conocer la nueva camiseta. Fernando Losada, consejero del Sporting, y Carlos Barcia, director del área corporativa del club, idearon la estrategia de marketing basada en que la nueva equipación debía ser desvelada a través de un encuentro "casual" en plena calle. El club cogió una camiseta, la dejó asomar en una caja de cartón que, aparentemente, estaba abandonada a su suerte ante un contenedor de reciclaje y pidió la ayuda del actor Roca Suárez. Éste hizo de gancho para descubrir la camiseta y decirle a los viandantes su inusitado hallazgo, mientras las cámaras del Sporting grababan a modo de cámara oculta para no restarle espontaneidad y con el propósito de que la gente se fotografiara con la equipación y lo compartieran en redes sociales. Sin embargo, este primer plan no funcionó y se activó una alternativa.

El interés del Sporting en que la camiseta "encontrada a modo de descuido" se viralizara en redes obligó a mover una alternativa dado que los primeros en descubrirla o no se sacaron foto o no la compartieron en redes por miedo a posibles consecuencias. Incluso llegó a pasar desapercibida y obligó a que la caja acabara moviéndose a otra zona más visible que la localización inicial, acabando a centímetros de la carretera, junto a otro contenedor, en este caso de vidrio. Fue entonces cuando el Sporting contactó con Amalio Ramos, un gijonés seguidor del Sporting que pactó compartir la imagen de la camiseta en su perfil personal de Twitter y simular que la había encontrado. Éste cebo sí funcionó, a pesar de que Amalio no había pasado por el lugar en el que se desarrolló la campaña de marketing, junto a El Molinón. El sportinguismo en masa debatió sobre el asunto y el club obtuvo el protagonismo que buscaba antes de la presentación oficial.