Diego Mariño tendrá una cláusula galáctica en caso de ascenso a Primera. El guardameta del Sporting pasará a tener un precio de 40 millones de euros, lo que multiplicará en más de diez la cifra en la que se estipula su libertad en la categoría de plata, fijada en 3 millones de euros. El contrato del futbolista incluye una singularidad, y es que dentro del montante de la cláusula de rescisión en Primera también figuran una serie de variables que pueden hacer variar el importe definitivo.

Si Mariño continúa sumando el mismo número de participaciones que hasta el momento y el Sporting sube a Primera, el futbolista pasará a tener una de las cláusulas de rescisión más altas de la plantilla. Si no la más alta, ya que estos datos no suelen ser facilitados desde que Miguel Torrecilla asumió la dirección deportiva del conjunto gijonés. El acuerdo de renovación del contrato de Mariño, firmado la pasada campaña, amplió la estancia del vigués hasta 2022 con nuevos condicionantes sobre su situación. El club asumió que el jugador tuviera una cláusula baja para la categoría, 3 millones de euros, y acordó con el futbolista blindar su situación en un escenario tan atractivo como es Primera.

Los números, tanto en Segunda como en Primera, no han alterado demasiado los planes y la situación de Mariño, que ya rechazó una oferta del Rayo el pasado verano para seguir en Gijón. El propio futbolista ha subrayado su compromiso por disfrutar en el Sporting del regreso a Primera División.