Roberto Canella ha entrado en la historia del Sporting tras cumplir ayer su partido número 300 con el equipo rojiblanco. El defensa no pudo tener una tarde redonda tras recibir el homenaje de El Molinón ya que su equipo no fue capaz de ganar al Reus. "Me voy con una sensación agridulce. Es todo un orgullo haber vestido tantas veces la camiseta del equipo del que soy desde pequeño, pero no haber conseguido los tres puntos me deja un tanto triste", dijo el defensa rojiblanco.

"Me quedo con los 300 partidos y el cariño de la grada, pero es normal que la gente no se vaya contenta por el resultado. Nosotros queríamos ganar, creo que ellos solo han tenido dos ocasiones y han hecho una. A nosotros no está costando en las dos áreas y solo nos queda trabajar", explicó Canella tras el partido. No le falta razón al lavianés en que el equipo no está teniendo buenos números ni en ataque ni en defensa. El lateral fue preguntado por el estado de Uros Djurdjevic, "lo está intentando y no está teniendo suerte, pero con su juego nos da mucho en ataque. Tenemos que estar juntos y apoyarnos, Djurdjevic será una pieza importante al final de la temporada", aseguró Canella.

La tarde de ayer fue una tarde complicada para el equipo y también para su entrenador, Rubén Baraja. "Estamos con él, la plantilla está entrenando bien y somos nosotros los que tenemos que cambiar esta dinámica negativa de juego y resultados. Ahora nos tocan dos partidos fuera de casa, uno de ellos en Copa, y podemos aprovechar el tiempo que vamos a pasar juntos para ponernos las pilas y hacer piña", explicó Canella antes de abandonar el estadio de El Molinón.