"Ahora mismo hace un año de mi llegada": Hernán Santana hace balance de su estancia en el Sporting. Una evolución en la que ha entrado y salido del equipo, inestibilidad que, asegura, nunca le ha llevado a pensar en cambiar de aires. "Sabía que no iba a ser un camino fácil. Era un proceso nuevo para mí. He trabajado cada día para gozar de oportunidades y demostrar que soy válido para el Sporting. Ha sido un camino de altibajos. Ahora me está tocando ser protagonista. Espero seguir así", subraya el centrocampista rojiblanco.

"A ver qué sucede en el partido ante el Dépor. Forma parte de la vida. Uno tiene que ir superando obstáculos. Si me parase a pensar que lo he tenido más difícil que otros compañeros no me beneficiaría", dice Hernán Santana sobre la posibilidad de repetir titularidad el domingo. El canario ha encontrado la confianza de José Alberto más de un mes después de la llegada del entrenador, con el que se había quedado fuera de la convocatoria en las primeras jornadas. Un detalle que también tuvo que ver con que el jugador arrastraba problemas físicos desde el derbi. "Tuve una fase en la que tuve que parar. Tenía molestias en el menisco externo de la rodilla, de lo que estoy operado, terminé con molestias y con el cambio de entrenador decidí no parar pero, tras dos semanas, se decidió que lo mejor era tomar un descanso", detalla.

El giro del Sporting desde la llegada de José Alberto es evidente, algo que reconoce Santana. "Seguimos siendo los mismos, pero los cambios de entrenador enchufan a todos los jugadores otra vez. Que no suene mal, pero es que un cambio de entrenador beneficia en el sentido de que están todos con las pilas cargadas. Las señas de identidad del equipo son que sea atrevido a la hora de presionar, valiente y que vaya al ataque", apunta. Hernán reconoce que el vestuario tiene "una espinita clavada" respecto a la última derrota en Riazor. "Fue un partido complicado. Estábamos todavía engrasando la máquina. Aguantamos con un jugador menos y al final no se vio reflejado ese trabajo en el resultado", dice del tanto que recibieron en tiempo de descuento y que les hizo caer derrotados.

El centrocampista del Sporting no duda en concretar que, pese a que al iniciar el año parecía que iba a quedarse fuera de los planes del entrenador, él siempre confió en ganarse un sitio y no en cambiar de aires. "Me fui de vacaciones de Navidad con el pensamiento de que lo único que quería era volver sabiendo que con la Copa venía una oportunidad buena de reivindicarme. En ningún momento pasó por mi cabeza pensar qué iba a pasar si no tenía minutos. Estaba convencido de que las oportunidades iban a llegar", recalca. Por último, es también ambicioso de cara al objetivo de pelear por el ascenso a Primera. "Hemos hecho un borrón y cuenta nueva. Hay que intentar ser uno de los equipos que, en cuanto a puntos, esté entre los primeros de la clasificación en la segunda vuelta", concluye.